Al percibir que ningún invitado concurriría a la fiesta que preparó para el octavo cumpleaños de su hijo, una pareja de Texas, Estados Unidos, se dirigió hasta el local de Policía. Allí, explicó la situación: el pequeño Graham, quien sueña ser policía un día, no tenía con quienes celebrar su natalicio, reportó la agencia rusa de Sputniknews.
El informe que revela que los agentes entonces se movilizaron por el rescate de la fiesta. Convocaron a otros miembros de la corporación, además de colegas bomberos, y se dirigieron hacia la residencia del niño en sus vehículos oficiales, con sirenas prendidas, para la sorpresa del cumpleañero. En Twitter, la corporación afirmó que fue un honor participar de la conmemoración.
De acuerdo con el canal televisivo NBC, la familia se mudó al pueblo recientemente, por lo que el niño no tenía amigos muy cercanos. Pese a ello, enviaron invitaciones y prepararon pizzas y torta de chocolate, que fueron servidas a los oficiales que participaron en el festejo.
La madre, Jennifer Day, también había apelado a una red social barrial para invitar a los vecinos de última hora, por lo que algunos también terminaron sumándose al festejo. En declaraciones a NBC, Graham dijo que los policías “arreglaron la fiesta”.