El presidente argentino, Mauricio Macri, movió ayer el avispero en la XLIX Cumbre de Mercosur, donde por primera vez participa desde su asunción al cargo. Su discurso hizo que la enviada del presidente Nicolás Maduro, la canciller venezolana Delcy Rodríguez, reaccionara y respondiera de manera explosiva.
Todo empezó cuando durante su intervención, que fue la primera entre todos los mandatarios, Macri pidió la liberación de los presos políticos en Venezuela.
“Quiero pedir aquí expresamente delante de los jefes de Estado, miembros del Mercosur por la pronta liberación de los presos políticos en Venezuela, porque en los Estados partes no puede haber lugar a persecución política por motivaciones ideológicas o por pensar distinto”, señaló Macri ante la atenta mirada de la canciller Rodríguez que al escuchar estas palabras empezó a buscar entre sus pertenencias algunos documentos que iba ubicando sobre su mesa.
El argentino manifestó que su Gobierno aplaude que Venezuela haya asumido los resultados de las pasadas elecciones parlamentarias en las que triunfó la oposición, aunque luego pidió “prudencia” a la oposición de Venezuela tras estas elecciones.
Expresó que su visión de la democracia no es solo acudir a las urnas porque “la democracia es una forma de vida, un pacto de convivencia”.
“Creo que llegó la hora amigos de pedirle un poco más a la democracia. En el siglo XX superamos la dictadura y dijimos nunca más a los gobiernos militares”, sentenció durante el cónclave, que contó con la presencia de los presidentes Horacio Cartes, de Paraguay; Tabaré Vázquez, de Uruguay; Dilma Rousseff, de Brasil; Evo Morales, de Bolivia, y Michelle Bachelet, de Chile.
Reacción. Cuando le llegó el turno a la canciller venezolana, esta empezó a hablar de la “buena situación” económica por la que atraviesa su país donde –dijo– hay respeto a los derechos humanos. Minutos después ya respondió a Macri porque “se refirió a mi país”.
Durante su intervención exhibió fotografías de Leopoldo y otras de grescas, incendios, así como de personas con armas que participaron en las manifestaciones que el Gobierno venezolano considera violentas y que habrían sido encabezadas por López.
“Usted está haciendo injerencionismo (sic) en el Gobierno de Venezuela. Está defendiendo la violencia política. Incineraron el Ministerio Público, servicios públicos esenciales, centros de alimentos, universidades, servicios de salud. Yo entiendo que el presidente Macri quiera pedir la libertad para estos violentos”, añadió al referirse a los presos políticos que tiene Venezuela, entre ellos a López.
“Lo entiendo, porque sé que uno de sus primeros anuncios ha sido liberar a los responsables de las torturas, desapariciones y asesinatos durante la dictadura en Argentina”, sostuvo Rodríguez mientras Macri sonreía algo sorprendido y nervioso.
“Sabemos también que en su ejercicio, usted ha vetado leyes contra el trato injusto, la tortura y las desapariciones forzadas (...). Recientemente vimos con sorpresa cómo se imputaba a Hebe de Bonafini, muy querida por todos los movimientos sociales de nuestro continente. Y fue imputada por llamar a las manifestaciones pacíficas en contra de su Gobierno”, dijo al tiempo de recalcar que “si vamos a hablar de derechos humanos, tenemos que hacerlo sin doble estándar ni doble moral”.
Los periodistas argentinos que estuvieron en la Cumbre afirmaron que Rodríguez se confundió y que su confusión podría tener que ver con la vez que Estela de Carlotto, una de las figuras más emblemáticas del kirchnerismo y presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, durante la campaña electoral en Argentina, sostuvo que si Macri ganaba las elecciones liberaría a represores de la dictadura.