Los vidrios de las divisorias se rompieron hace como tres años y aún no se repararon pese a las notas presentadas en la Dirección de Apoyo y Servicios, relató un funcionario que prefirió el anonimato por temor a represalias. El arquitecto Augusto Alcaraz, jefe de Mantenimiento, señaló que la reparación del vidrio no está presupuestada en el marco de las refacciones generales del Hospital Central.
Con mamparas se trata de tapar el vacío para evitar el ingreso del aire frío o del aire caliente en verano. Otros asegurados pasan sin percatarse por la divisoria, que funge desde hace tiempo de puerta. A veces se tropieza con el borde de la pared de metal. En estas condiciones se encuentra la entrada a la Policlínica.
En la dependencia están los consultorios de distintas especialidades, la farmacia y la ventanilla de agendamiento. Un total de 33.278 consultas médicas se registraron en el mes de junio en la Policlínica, que refleja un alto número de pacientes que pasan por la zona que presenta precarias condiciones.
Otra de las quejas es que los teléfonos que conectan al Centro de Llamadas están descompuestos, solo algunos funcionan. Largas filas forman los asegurados para tratar de obtener una cita médica y deben lidiar con los pocos equipos que están operativos en la dependencia.
Los asegurados se quejaron de las malas condiciones en que se encuentra la infraestructura en la zona de los consultorios. Pero, a la vez se mostraron molestos mientras se hacían los trabajos de refacción del techo en uno de los pasillos.
SITUACIÓN. El arquitecto Augusto Alcaraz, jefe del Departamento de Mantenimiento, explicó que no está en el presupuesto la compra del vidrio para la reparación de las divisorias de las paredes. En el Hospital Central, desde el año pasado, se realizan las reparaciones como el cambio de los pisos, las cañerías así como pinturas, pero no llegará tal beneficio para la refacción de la pared divisoria de la entrada de la Policlínica.
“Dentro de nuestro contrato no tenemos la reparación de esa abertura. Eso implica cambiar hasta el aluminio. Tenemos un contrato de solamente blindex, que no son con borde de aluminio que están allí”, refirió el arquitecto Alcaraz.
En más de una ocasión ya sufrió roturas la divisoria, se llegó a hacer los arreglos, pero se volvió a romper. “Se chocó y se rompió otra vez, eso tiene mucho costo. La gente sin querer choca por él, porque no ve. Es de 10 milímetros el vidrio. A veces se rompe solo por un cambio brusco de temperatura”.
Mediante un contrato nuevo, que se hará en octubre, se prevé incluir la reparación de las divisorias de la Policlínica, señaló el arquitecto Alcaraz. Mientras seguirá la divisoria sin el vidrio correspondiente.