Tillerson, el primer alto cargo del nuevo Gobierno estadounidense que visita Turquía, se reunirá con el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, y con el ministro de exteriores, Mevlüt Çavusoglu.
Otro de los temas que se tratarán es el apoyo que Washington da a las Unidades de Protección del Pueblo (YPG), una milicia kurdosiria que Estados Unidos considera un aliado esencial en la lucha contra los yihadistas pero que para Ankara no es más que una organización terrorista.
Turquía ha propuesto a Estados Unidos una operación conjunta contra Al Raqa en la que colabore el Ejército Libre Sirio (ELS), un conglomerado de grupos opositores al régimen sirio, pero rechaza que las YPG participen en esa ofensiva.
Ankara considera a las YPG como un brazo del proscrito Partido de los Trabajadores del Kurdistan (PKK), considerado organización terrorista en Turquía.
“No nos han dejado claro todavía su decisión sobre Al Raqa. Si irán con las YPG, las Fuerzas Democráticas Sirias o con Turquía y el Ejército Libre Sirio. Pero el desarrollo de los acontecimientos indica que seguirán el camino de la administración anterior (apoyo a las YPG)”, dijo ayer el primer ministro turco, Binali Yildirim.
El Estado Mayor de Estados Unidos declaró ayer que su objetivo es liberar Al Raqa del EI y que la milicia kurdosiria YPG ha sido muy eficaz sobre el terreno en las operaciones anteriores, por lo que EEUU seguirá apoyándoles.
Sin embargo, Washington aún no ha aclarado si llevará a cabo una operación conjunta con Turquía.
