08 may. 2025

“El currículo es el rey y la escuela está bajo su dictado”

Una educación que rompe el molde tradicional de lo que conocemos como escuela y que suprime asignaturas, horarios, timbres y exámenes es la que presentó días atrás en el país el economista Xavier Aragay, director general de la Fundación Jesuitas Educación con sede en España.

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El director de Horizonte 2020 durante su estadía en el país. Foto: Fernando Callistro

Un cambio radical en la forma de educar es lo que ofrece el novel proyecto Horizonte 2020, que se implementa desde hace un par de años en ocho instituciones educativas de Cataluña y una de Madrid. Este modelo fue presentado a inicios de la semana pasada por Aragay ante más de 500 personas en la sede parroquial del Cristo Rey, donde docentes, técnicos, funcionarios del Gobierno, padres y alumnos escucharon las conferencias del experto español.

“En Paraguay veo que hay una sed de que la educación mejore, he visto una gran receptividad”, menciona mientras conversa con Última Hora antes de emprender viaje nuevamente hacia Cataluña.

viejo. El modelo actual de enseñanza es el mismo en todo el mundo, creado en la era industrial con escuelas con pasillos largos, aulas y timbres, como las fábricas del siglo XIX. Aragay expresa que este modelo se hizo incluso más rígido con los años, se ha burocratizado con horarios muy rígidos, clases de 45 minutos y una organización muy parcelada por asignaturas.

“El currículo se ha hecho el rey y la escuela está bajo su dictado”, sostiene quien lidera el proyecto, que ya está pensando implementarse en países, como Chile, Argentina, Uruguay y Brasil, además de plantearse en las instituciones educativas jesuitas locales.

Remarca que este modelo curricular está desfazado. “Nosotros pensamos que la vida no se estructura a base de asignaturas. Usted no sale a la calle y se encuentra a la historia y avanza hacia la siguiente y se topa con las Matemáticas. En la vida viene mezclado todo, entonces creemos que es la forma de aprender, por eso eliminamos las materias, los horarios y hasta el timbre”.

En cambio, la forma de aprender en Horizonte 2020 plantea que los profesores cambien su rol y armen proyectos, donde se vacían todas las asignaturas juntas y el alumno va resolviendo los contenidos a medida que los necesita.

“Encontramos ahora que el alumno se apropia de estos proyectos, pregunta, se inquieta, son personas más críticas, abiertas e inteligentes”, afirma Aragay. Asimismo, el docente reencuentra su vocación, tomando protagonismo como guía en este programa.

Indica que cuando le preguntan si la educación por proyectos funciona, responde: “Oiga, ¿por qué no pregunta si se aprende como están las cosas ahora, de esta forma tan aburrida y memorística?, ahí no se aprende”.

Eso sí, aclara que cada país puede inspirarse, pero no basta con copiar algún método.