04 ago. 2025

El chespi trunca futuro de la niñez y centro de adicciones está colapsado

El crac está irrumpiendo como la “droga de inicio” al mundo de la adicción en niños y jóvenes, a decir de los médicos que los reciben para atenderlos. Pero no hay espacio de internación para la desintoxicación.

La noche del martes 13 un chico de 14 años fue ingresado de urgencia al Centro Nacional de Control de Adicciones (CNCA). Funcionarios de la Secretaría Nacional de la Niñez y Adolescencia (SNNA) lo hallaron moribundo junto a otros dos menores en la zona del Mercado de Abasto.

Oriundo de J. Augusto Saldívar, el niño presenta un alto grado de intoxicación por crac, según la Dra. Carmen Sánchez, coordinadora de la Unidad de Desintoxicación, Programa (UDP) Infantojuvenil.

Lo internaron en la UDP 2, donde solo hay espacio para 15 pacientes –de hasta 17 años de edad– para todo el país. Su agudo deterioro de salud desplazó a la primera de 28 personas anotadas en la lista de espera. Eso sin contar las numerosas llamadas que se reciben en el centro asistencial de gente del interior del país.

Mientras el chespi mutila el futuro de niños y jóvenes por igual, las instituciones públicas de salud siguen sin dar efectiva respuesta –en tiempo y forma– a los casos que aparecen casi todos los días en el CNCA.

Los focos de consumo se multiplican en Central: Ñemby, Villa Elisa, Luque, Lambaré y en inmediaciones del Abasto desbordan niños y adolescentes que fuman chespi.

“Acabo de atenderle a una niña de 15 años que desde los 11 años está consumiendo crac, que es su droga de inicio y de preferencia. O sea que el crac está entrando como droga de inicio”, comenta Sánchez.

DESCENTRALIZAR. Los pacientes llegan también de lejanos distritos. De ahí que urge la necesidad de habilitar al menos otros cinco centros de internación en diferentes cabeceras departamentales de referencia, para dar cobertura y asistencia inmediata a esta problemática. “Tengo llamadas telefónicas pidiéndome internación y es lo que no puedo satisfacer por la falta de lugar; también a ellos les cuesta venir hasta Asunción y hacer un proceso”, refiere la especialista.

El Dr. Manuel Fresco, director del CNCA, reconoce la necesidad impostergable de crear centros de internación en cabeceras departamentales como Pedro Juan Caballero, Ciudad del Este, Encarnación, Villarrica y otras ciudades.

Es partidario de que, entre tanto, se implementen programas de capacitación a profesionales que operan en las Unidades de Salud Familiar (USF) y en las Unidades de Salud Mental (USM) del Ministerio de Salud Pública; a su vez, a los sicólogos de los diferentes municipios del país.

INTEGRAL. La desintoxicación a niños y adolescentes en el Centro de Adicciones consiste en 30 días de internación (puede esperar hasta más de dos meses para ingresar), luego inicia un tratamiento ambulatorio.

El CNCA carece del programa conocido como Comunidad Terapéutica, dentro del cual el paciente es sometido –por propia voluntad– a un tratamiento de larga estancia de hasta dos años. Uno así –comenta la Dra. Sánchez– implementó el Municipio de Encarnación. En una granja, bautizada como Vida Sana, una veintena de chicos reciben tratamiento residencial: se les escolariza, les enseñan oficios, cría de conejos, pintura y trabajan en huertas.

“Tienen chicos rehabilitados que, incluso, ya trabajan en la Municipalidad”, menciona Sánchez.

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Anteriormente era la marihuana la droga de inicio, pero tenemos ya a niños que se inician con el crac. Dra. Carmen Sánchez, coordinadora del CNCA.

Sería bueno que haya cinco lugares de desintoxicación: en Pedro Juan Caballero, Villarrica, Encarnación, etc. Dr. Manuel Fresco, director del CNCA.