24 abr. 2024

Día de la Lengua Guaraní, un elogio a Stroessner

Por Mario Rubén Álvarez – alva@uhora.com.py

Mario Rubén Álvarez

Mario Rubén Álvarez

El pasado martes 25 de agosto celebramos el Día de la Lengua Guaraní.

La razón de esa fecha es que en ella, en 1967, el dictador Alfredo Stroessner promulgó aquella Constitución que contenía el lamentablemente célebre artículo 79, que dio asidero legal al perpetuo estado de sitio que le permitía al tirano prescindir de los jueces para apresar a personas que muchas veces eran asesinadas en torturas o arrojadas al otro lado del río, a un forzoso exilio.

El espíritu represor de ese artículo es el que en 1970 inspiró la Ley 209, que decía ser de defensa de la paz pública y la libertad de las personas, pero en realidad solo era carta blanca para que los ta’ýra de Montanaro y Pastor Coronel —Kururu Pire, Alberto Cantero, Irrazábal y Juan Martínez de cuyos marcantes, nombres y apellidos hubiera querido olvidarme— siguieran viendo “comunistas” hasta en la sombra de los yvyra jero’a de los costados de los caminos vecinales.

El artículo 5° de aquella Carta Magna fascista decía: “Los idiomas nacionales de la República son el español y el guaraní. Será de uso oficial el español”.

Pues bien, lo que celebramos fue esa declaración legal de inferioridad del guaraní con relación al español. La dictadura, fiel a su estilo autoritario, dijo: iporâite, las dos lenguas son nacionales, pero la mejor es el castellano, que será usado en las instancias oficiales.

Esa condición de lengua constitucionalmente subalterna queda al desnudo en toda su plenitud en la Léi Guasu, Constitución Nacional, de 1992, cuyo artículo 140 dice: “Son idiomas oficiales el castellano y el guaraní”.

La Carta Magna vigente eleva al guaraní al mismo nivel que el español.

Es cierto que hasta hoy esa igualdad es solo en el papel. En la práctica, el guaraní está muy lejos aún de aproximarse a la lengua heredada de los españoles. Esto, por ahora, es todavía harina de otra bolsa.

En virtud de la Constitución del 92, sin embargo, el guaraní ha dado pasos muy trascendentes en la búsqueda de hacer realidad sus palabras con relación a las dos lenguas del Paraguay.

A partir de su artículo 77, que señala que la educación inicial debe realizarse en la lengua materna del estudiante, el Ministerio de Educación y Cultura (MEC) ha implementado una serie de acciones.

Otro avance proveniente de la misma raíz es La Ley de Lenguas del 2010, en virtud de la que se crearon dos instituciones esenciales para el idioma, que como riqueza inmensa nos legaran nuestros ypykuéra: la Secretaría de Políticas Lingüísticas (SPL) y la Academia de la Lengua Guaraní.

Entonces, habría que dejar de alabar al tiranosaurio Stroessner —que no merece— celebrando el Día de la Lengua Guaraní el 25 de agosto.

El Día de la Lengua Guaraní tiene que ser el 20 de junio, ya que en esa fecha, en 1992, se promulgó la Constitución que verdaderamente iguala al guaraní con el castellano.

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