Mediante un esquema de empresas de maletín y operaciones comerciales, el diputado suplente Carlos Rubén Chicharõ Sánchez Garcete y sus hermanos Ardonio y Denilso –intendente con permiso de Capitán Bado, actualmente preso en Tacumbú– lavaron el dinero generado a través del tráfico de drogas en el Brasil. Esta es la conclusión a la que llegó la Fiscalía luego de un año de investigación.
La acusación, presentada en la noche del domingo pasado por los fiscales Luis Piñánez y José Martín Morínigo, relata cómo a partir del 2007 Carlos Rubén se asoció con sus hermanos para comenzar a lavar dinero, que era producto del tráfico de drogas en Brasil.
En ese sentido, el Ministerio Público señala que entre 1999 y 2001 el ahora diputado suplente acumuló 639.000 reales, provenientes de la comercialización de drogas en el Brasil, en ocasiones utilizando la identidad falsa de Adriano López Bordón.
Para probar que el dinero supuestamente “lavado” en Paraguay es ilícito, los agentes fiscales se apoyan en una sentencia judicial de Brasil donde Chicharõ fue condenado por lavado de dinero producto del narcotráfico.
EN FAMILIA. En octubre del 2007, Carlos Rubén se asoció comercialmente con su hermano Denilso para constituir la firma Lilian Mercedes SA y en setiembre del 2013 nuevamente se registró como accionista de Norte Pora SA, de la cual eran socios integrantes Denilso y Ardonio.
Al respecto, la acusación fiscal señala que “estos vínculos asociativos, al estilo ‘clan familiar’, se han orientado en forma real y decidida al blanqueo de capitales obtenidos ilícitamente”.
Las distintas operaciones comerciales que hicieron los Sánchez Garcete, de venta de ganados y compraventa de acciones, fueron concretadas entre los propios hermanos, advierte el escrito fiscal.
La investigación apunta a que los hermanos Ardonio y Denilso no tienen manera de justificar el origen de las multimillonarias inversiones realizadas en Norte Pora y Lilian Mercedes.
Sobre el punto, señala, entre otras cosas, que Ardonio no registró ventas ni compras entre los años 2012 y 2013, y en 2014 declaró ventas por G. 811.923.380 y en 2015 por G. 12.693.483.861. Además menciona que entre 2012 y 2013, registró créditos en bancos del país por G. 4.918.873.223, pero en sus declaraciones juradas de ese periodo no registró ventas ni compras.
COMBUSTIBLE. Los fiscales advirtieron en la acusación que Chicharõ empezó a operar como distribuidor de combustible, lubricantes y afines a partir de 2012 y suscribió un contrato de exclusividad con Petrobras en el cual él asumió como operador y la empresa como copropietaria del inmueble donde funciona la estación de servicios.
Al respecto, Sánchez Garcete declaró ante Tributación compras por G. 2.659.547.897. Sin embargo, según la propia firma, Petrobras ha emitido facturas de ventas a su cliente por G. 3.808.466.735.
La Fiscalía finalmente resalta el auge económico de los Sánchez sin que esto pudiera ser explicado a través de operaciones legítimas. La acusación es por lavado, asociación criminal y narcotráfico. ÚH intentó comunicarse con Jorge Prieto, abogado de Chicharõ, pero el letrado no contestó llamadas ni mensajes.