14 may. 2024

Cerro León, un crimen oficial en marcha

Akapete

Cartes, el presidente de la República, y sus fantoches ministros Rolando De Barros (Seam) y Ramón Giménez Gaona (MOPC), están decididos a cometer uno de los peores crímenes ecológicos que recuerde la historia por estas latitudes: convertir en polvo y piedra el extraordinario y exótico Cerro León, único por su biodiversidad en Sudamérica.

No les interesan los últimos indígenas en aislamiento voluntario existentes –fuera de la Amazonía– en el continente americano (totobiegosode), que se refugian en aquellas inmensidades; no les mueven las evidencias científicas e históricas de su extraordinaria riqueza y fragilidad ecológicas; no les persuade el reclamo de diversos sectores de la sociedad ni de agrupaciones ambientalistas locales e internacionales para salvaguardar ese nicho vital, ni que haya sido declarado biosfera del mundo bajo protección de la Unesco. Tampoco les importa, en definitiva, que su decisión –criminal, desde todo punto de vista– provocará una masacre de flora, fauna y vidas humanas, con consecuencias de catástrofes cíclicas climáticas que sobrevendrán.

Solo les mueve el negocio, el lucro y la mentira para conseguirlo. En nombre del desarrollo hablan de oportunidades y progreso. ¿Cómo entender todo esto a costa de la muerte? Es algo así como querer mejorar las condiciones de vida –con este Gobierno, solo de unos pocos– acabando con la vida. Un sinsentido al que Cartes y su Gabinete nos tienen acostumbrados.

El ex ministro golpista, Salyn Buzarquis, reveló que cuando estaba en el MOPC, siempre había empresarios buscando licencia para explotar como cantera el Cerro León. Con el actual Gobierno tienen muchas probabilidades de cometer el delito.

Uno de los principales cómplices en esta acción es el mismísimo ministro de la Secretaría del Ambiente. Por si hubiera dudas, apeló la resolución judicial que –por pedido de los indígenas ayoreo, directamente amenazados– emitió el juez Rubén Riquelme para suspender las prospecciones y cualquier extracción en Cerro León que a escondidas ya se venían ejecutando. De Barros dice que solo afectará 20 hectáreas. Sucede que si fuera 1 metro igual será irreversible. Además, un parque nacional está justamente para ser salvaguardado de la depredación que en este caso quiere ejecutar Cartes, su equipo de incompetentes y sus aliados dentro de la lógica público-privada.

Razones ambientales, humanas y científicas para que del Cerro León no sea tocado ni un grano de arena hay para llenar bibliotecas enteras; incluido su valor astronómico por tratarse del resultado de uno de los mayores impactos de meteorito en el planeta.

Nada es suficiente. O todo es insuficiente para el plan del nuevo rumbo, que hasta ahora solo mostró despojo, pobreza y mediocridad.