EFE
El emir de Catar, Tamim bin Hamad al Zani, accedió a la oferta de mediación que le propuso su homólogo kuwaití, el jeque Sabah Ahmed al Sabah, y aceptó no hacer un pronunciamiento público hoy para evitar seguir tensando las cuerdas con los países vecinos.
El emir kuwaití viajó hoy a la ciudad de Yeda, en Arabia Saudí, para reunirse con el rey Salman bin Abdelaziz, según una nota de la agencia oficial, KUNA, que no ofreció más detalles sobre el objetivo del viaje.
Por su parte, los medios saudíes calificaron la visita de “fraternal”, en el marco de los esfuerzos de este país, que ya intercedió en 2014, cuando Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos y Beréin también retiraron a sus embajadores en Doha durante varios meses.
En una llamada telefónica ayer, Al Sabah le pidió al emir catarí que “ejercite el autocontrol” y “se abstenga de dar pasos” que puedan empeorar la crisis, según KUNA.
Además de Arabia Saudí, Egipto, Baréin y EAU, Maldivas y los Ejecutivos alineados con Riad en los conflictos del Yemen y de Libia también se han sumado al órdago contra el emirato.
Los países árabes han alegado el apoyo de Catar a “grupos terroristas”, como los Hermanos Musulmanes, el Estado Islámico y Al Qaeda, y su intromisión en los asuntos internos de esos países, con el objetivo de desestabilizarlos.
Además de cortar las relaciones diplomáticas, los tres vecinos del golfo Pérsico han anunciado el bloqueo aéreo y naval a los medios de transporte cataríes, además del cierre de la única frontera terrestre de este país, que linda con Arabia Saudí.
Estas medidas tendrán un impacto directo en la economía del pequeño emirato, un país rico en gas pero que depende fuertemente de las importaciones y que muchos de los alimentos que consume llegan a través de la frontera con Arabia Saudí.
Por el momento, la exportación de gas no se ha visto interrumpida, según un economista con base en Catar consultado por Efe, mientras que los aviones cataríes han dejado de volar hoy en los cielos de sus vecinos y de Egipto.
Además, Arabia Saudí y Baréin retiraron la licencia de operaciones a la aerolínea Qatar Airways y ordenaron el cierre de todas sus oficinas en ambos países en un plazo de 48 horas, a lo cual seguirá la expulsión de los trabajadores de nacionalidad catarí.