15 jun. 2025

Caso Pérez Corradi expone corrupción policial y vulnerabilidad en controles

El buscado por la Justicia argentina por sus vínculos con el tráfico de la efedrina y por un triple crimen accedió a una cédula de identidad con los datos de un fallecido, que salpica a la cúpula policial.

Documento.      Ibar Pérez Corradi obtuvo cédula paraguaya con los datos de un fallecido.

Documento. Ibar Pérez Corradi obtuvo cédula paraguaya con los datos de un fallecido.

El caso del prófugo de la Justicia argentina Ibar Esteban Pérez Corradi, que destapó Latele, expone la corrupción en que está inmersa la Policía Nacional por la confección de una cédula de identidad y un pasaporte para el narcotraficante con los datos del fallecido Walter Miguel Ortega Molinas. Así, ayer, lo admitió el ministro del Interior, Francisco José De Vargas, en el espigón presidencial ante la consulta de los medios de prensa, al esperar el regreso de Horacio Cartes, de Europa.

Igualmente la vulnerabilidad de los controles de entrada y salida del país es otro de los aspectos que trasciende ya que el abogado de Pérez Corradi, Carlos Broitman, admitió que su cliente estuvo en el Paraná Country Club, de Hernandarias y que minutos antes de que se realice un procedimiento en el lugar, este había escapado del sitio.

Al respecto, la Dirección General de Migraciones no registró ningún trámite migratorio a nombre de Ortega Molinas. El director de Migraciones, Jorge Kronawetter, estimó que la única posibilidad que tuvo Pérez Corradi para gestiones fronterizas fue utilizando otro documento de identidad, probablemente a nombre de José Luis Fernández, de nacionalidad argentina, refirió a la radio Monumental.

Sin embargo los requeridos por la justicia de los países vecinos suelen ingresar al Paraguay clandestinamente por agua o por tierra, obviamente sin el procedimiento legal.

Por la expedición de la cédula falsa, están imputados por producción de documentos no auténticos, producción inmediata de documentos públicos de contenido falso y cohecho pasivo agravado los suboficiales de la Policía, David Nicolás Benítez Meza y Luis González González. Benítez era jefe de la oficina regional de Villa Hayes, donde se tramitó la cédula de identidad, mientras que González era jefe de la División de Dactiloscopía de Identificaciones. Ambos están presos en la Agrupación Especializada por pedido de la fiscala Sandra Quinónez.

Ahora se investiga la participación de un tercer policía, Orlando Javier Ortega Molinas, que es el hermano de Walter Ortega, quien habría suministrado los datos y documentación de su familiar, según lo admitió ayer De Vargas.

Por otra parte las declaraciones del hasta hace poco jefe de Identificaciones, comisario Gilberto Gauto, de que hace un mes y medio aproximadamente comunicó a sus superiores de la emisión irregular de los documentos salpica también al comandante de la Policía, comisario Críspulo Sotelo, teniendo en cuenta que declaró que el comandante también “estaba al tanto”. Sin embargo, De Vargas recién se enteró por la prensa de la irregularidad.