El motivo de la cancelación por concurso de ofertas por subasta a la baja electrónica, según el comité de evaluación del llamado es que la única empresa oferente, Artes Gráficas Zamphirópolos SA, presentó una cotización muy alta, considerando el monto estimado por la cartera.
La diferencia entre lo presupuestado por el ministerio y la oferta empresarial supera los G. 56 millones.
Por un lado, la entidad estatal previó invertir en la estampa de los documentos G. 595.027.510, y, por el otro, Zamphirópolos ofertó por G. 651.409.000.
“El Comité ha constatado que los precios ofertados superan sustancialmente la estimación presupuestaria para esta licitación”, señala la Resolución Nº 20.054 firmada por el ministro de Educación, Enrique Riera, y por la cual se declara desierto el proceso.
Los cartones son para egresados de varios niveles, entre los que se encuentran 186.500 estudiantes del noveno de la Escolar Básica y del tercero de la Educación Media.
Diferencia. Entre los precios ofertados en el lote existen varias diferencias que fueron consultadas por el Comité evaluador a la empresa (ver infografía). Por ejemplo, los 98.000 cartones para la Escolar Básica se ofrecieron a G. 1.375 cada uno, pero los 45 papeles para el Conservatorio de Música al exorbitante monto de G. 423.500 por unidad.
Héctor Rivarola, jefe del Departamento de Aranceles, dependiente de la Dirección de Finanzas, que a su vez depende de la Dirección General de Administración y Finanzas, explicó que al ser consultada la imprenta, respondieron que los precios se ajustan a una producción a escala.
“Para ellos es lo mismo producir, en cuanto a costo fijo, 1.000 unidades que producir 20.000”, dijo.
Riesgo. Con respecto a la proximidad del fin de las clases, Rivarola expresó que cuentan con remanentes del año pasado que utilizarán para entregar a una parte de los egresados del noveno grado y del nivel medio. “Nos da para cubrir al menos las primeras semanas de distribución, creemos que así llegaremos a tiempo a todos”, indicó.