El presidente Horacio Cartes mantiene un silencio cómplice y no habla del escandaloso caso de Darío Messer, buscado por Interpol y considerado uno de los cerebros del lavado de dinero descubierto en el operativo Lava Jato de Brasil.
El jueves pasado, desde el vecino país, la Interpol libró la orden de captura contra el “hermano del alma” de Cartes. Desde allí hasta este momento, las autoridades del Poder Ejecutivo tratan de despegarse del tema.
Sin embargo, el esquema montado por Messer cada vez enreda más a Cartes y a sus principales colaboradores que ocupan cargos claves en el Gobierno.
En medio de la investigación, se reveló que Messer había solicitado su naturalización paraguaya a los ministros de la Corte Suprema de Justicia. Sus abogados fueron nada menos que el actual director de Contrataciones Públicas, Santiago Jure Domaniczky, y el procurador general de la República, Francisco Barriocanal Arias. La diligencia se realizó el 25 de setiembre de 2013.
complicidad. El caso Messer también desnudó la complicidad y la falta de acción por parte del titular de la Secretaría de Prevención de Lavado de Dinero (Seprelad), a cargo de Óscar Boidanich.
De acuerdo con las informaciones, esta secretaría ya manejaba información sobre las operaciones del “hermano del alma” de Cartes, desde el 2015. Reaccionó tres años después para informar a la Fiscalía sobre los movimientos del hombre buscado por el Brasil.
El Departamento de Delitos Económicos y Anticorrupción informó que la Seprelad ya contaba en diciembre del año pasado con el informe de inteligencia sobre movimientos financieros sospechosos.
Las empresas tuvieron movimientos bancarios consistentes en transferencias al exterior, específicamente a Ámsterdam y Luxemburgo, por un monto mayor a un millón de dólares, presumiblemente por representantes y accionistas de sociedades anónimas constituidas en el Paraguay. Entre estos se encontrarían las firmas: Chai SA, Matrix Reality SA.
en familia. No solamente a instancias del gobierno de Cartes aparecen conexiones con Messer. En el entorno familiar del presidente también se enreda el panorama.
Juan Pablo Jiménez Viveros, hijo de Juana Viveros Cartes, quien es tía del mandatario, quiso efectivizar dos cheques en dólares por un millonario monto.
El primo de Cartes apareció el martes a la tarde en la sede del BNF con la intención de vaciar prácticamente la cuenta de las empresas Matrix Realty SA y Chai SA, que figuran a nombre de Messer.
Presentó dos cheques por valores de 195 y 150 mil dólares. Sin embargo, escapó del lugar y dejó las evidencias de su conexión con el mayor caso de lavado de dinero.
También se pone en tela de juicio que hasta el momento los efectivos de la policía y la Fiscalía no dan con el paradero del hombre, quien tuvo tiempo de escaparse de su lujosa residencia.