En el videoclip, la cantante pasea por las calles de Japón acompañada de cuatro chicas asiáticas. Además de saludar a sus fans, las jóvenes aparecen comiendo sushi y visitando coloridas tiendas de chucherías.
Según publica el portal Estrella Digital, para muchos las bailarinas asiáticas parecen como objetos en un videoclip plagado de tópicos que ofenden a la cultura japonesa.
Para responder a las acusaciones, la cantante utilizó la red social Twitter. Allí dejó en claro que no está de acuerdo con los que la tachan de racista, y además dejó en claro su admiración por la cultura japonesa.
Hizo especial hincapié en las intenciones y en el esfuerzo invertido en el vídeo. “Viajé a Tokio para grabar este video especialmente para mis fans japoneses, con director japonés y con coreógrafos japoneses” sostuvo la cantante.
A pesar de publicar su postura, la polémica está servida y no hay duda de que Hello Kitty va seguir dando mucho de qué hablar.