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CARTAGENA, COLOMBIA
La XXV Cumbre Iberoamericana de Cartagena, Colombia, se centraba este sábado en la búsqueda de la paz en este país, en tanto el presidente venezolano Nicolás Maduro canceló su asistencia, que había generado gran expectativa.
Ante la ausencia del presidente de Venezuela, la paz de Colombia fue la protagonista de la apertura y del primer bloque de intervenciones del encuentro, con el envío de mensajes de los asistentes en apoyo al fin del conflicto armado interno de más de medio siglo.
Los países iberoamericanos pidieron al Gobierno colombiano y a las FARC apurar las negociaciones de paz “con sentido de urgencia”, reiteraron su respaldo al proceso y alentaron el inminente inicio del diálogo con el ELN, que se desarrollará en Ecuador.
Los jefes de Estado y de Gobierno “expresan su respaldo al acuerdo de paz ya logrado entre el Gobierno de Colombia y las FARC y a los diálogos emprendidos después del 2 de octubre por el presidente Juan Manuel Santos con los representantes que promovieron la votación por el ‘sí’ y por el ‘no’ en el plebiscito”, refiere el texto.
Confirmada el viernes a último momento por los organizadores de la Cumbre, la asistencia de Maduro fue definitivamente descartada hacia el mediodía de este sábado y la canciller venezolana, Delcy Rodríguez, ocupó su lugar en la foto oficial del encuentro.
Desde Caracas, una fuente del Ministerio de Comunicación e Información dijo a AFP que Maduro canceló el viaje a la espera de una reunión para explorar un eventual diálogo con delegados de la oposición el domingo, con acompañamiento del Vaticano.
La posible participación de Maduro en la reunión en Cartagena había generado gran expectativa entre los dignatarios asistentes a la Cumbre, enfocada en los temas de juventud, emprendimiento y educación, pero que se ha visto permeada por asuntos de más actualidad como la tensión creciente entre Gobierno y oposición en Venezuela o las negociaciones de paz en Colombia.
Y, aunque Maduro no llegó, su país siguió en boca de los asistentes. El mandatario peruano, Pedro Pablo Kuczynski, dijo en la plenaria que el “país vecino”, refiriéndose claramente a Venezuela, “sufre una tremenda crisis económica y también una crisis de derechos políticos”.
Kuczynski instó a que se traten en la reunión no solo los temas “bonitos” sino también los más “candentes”. “Aquí no hay ningún afán de interferir en lo que ocurre en otros países, tampoco ningún afán ideológico, pero sí hay un afán de que todos los latinoamericanos progresen y no retrocedan”, agregó.