08 may. 2025

“América Latina debe fortalecer la integración en forma pragmática”

Por Susana Oviedo

Reconocido.  El presidente ejecutivo de la CAF, Enrique García, fue condecorado recientemente por la Cancillería Nacional.

Reconocido. El presidente ejecutivo de la CAF, Enrique García, fue condecorado recientemente por la Cancillería Nacional.

soviedo@uhora.com.py

El presidente ejecutivo del Banco de Desarrollo de América Latina, que conserva aún sus siglas CAF (Corporación Andina de Fomento), constituido en 1970 y conformado por 19 países –17 de América Latina y el Caribe, España y Portugal– y 14 bancos privados de la región, sostiene que Paraguay es un país con gran potencialidad y que tiene que buscar vínculos no solamente con sus vecinos, sino actuar en forma conjunta con estos “para llegar al mundo”. Con respecto a la institución que representa, García explica que de cinco países iniciales, el Banco pasó a sumar 19 y que otros tres están en camino de ser miembros. “De prestar un promedio de 400 millones de dólares al año, hoy día aprobamos operaciones por 12.000 millones de dólares. En términos comparativos, estamos hablando de un poco menos que el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y un poco más que el Banco Mundial”, explica. A su paso por Asunción, a principio de mes, antes de recibir una condecoración de la Cancillería Nacional, García habló brevemente con ÚH.

–¿Cuál es el enfoque de la CAF para otorgar los préstamos?

–El desarrollo sostenible y la integración regional. Es decir, estabilidad macroeconómica, eficiencia microeconómica para crecer en forma adecuada. Equidad, inclusión social y equilibrio ambiental. La transformación de la institución se basó en seleccionar algunos aspectos claves: uno es la infraestructura, que tiene que ver con energía, carreteras, agua potable. Conectividad en general. Ese ha sido el sector más importante. Pero en los últimos 15 años la CAF se ha convertido en la principal entidad multilateral financiando infraestructura y, más específicamente, con un énfasis muy alto en la infraestructura de integración.

–¿Por qué el énfasis en la integración?

–Porque es un pilar fundamental. Si en los próximos 20 años América Latina quiere dar un salto importante hacia el desarrollo y converger con los países industrializados, debe fortalecer sus procesos de integración en forma pragmática. Si no, estoy seguro de que le será difícil.

Tradicionalmente, el modelo que hemos seguido en la región es el de las ventajas comparativas, materias primas y salarios bajos. Con ese camino, la volatilidad es muy amplia.

–¿Cuál es la propuesta de CAF, frente a esto?

– Que hagamos un esfuerzo en la región hacia lo que se llama transformación productiva. Pagar valor agregado, más industrialización, más tecnología, cadenas productivas, atracción de inversión extranjera y colaboración entre los países. Solo, ningún país puede lograr el éxito en el mundo. Es por eso que nosotros apostamos a la importancia de retomar las banderas de la integración regional en forma seria y pragmática. Un país como Paraguay, es un país con gran potencialidad. Tiene que buscar el vínculo no solamente con sus vecinos, sino actuar en forma conjunta con estos para llegar al mundo.

–Gran parte de los problemas de desarrollo de la región derivan de los altos niveles de corrupción. ¿La CAF toma en cuenta esto a la hora de otorgar los préstamos a un país?

–Parte de los programas de cooperación técnica e institucional que aprobamos son precisamente para ayudar a los países a mejorar sus procesos y la transparencia. La CAF tiene tolerancia cero al tema de la corrupción.

Afortunadamente, en la historia de la institución no hemos tenido grandes líos en esa materia, porque somos cuidadosos no solamente en aprobar las operaciones, sino en hacer un seguimiento. Controlamos que se cumplan los procedimientos, que las licitaciones sean abiertas y transparentes. Si encontramos un acto de corrupción, pueden estar absolutamente seguros de que nosotros paramos las operaciones.

–¿Cuál ha sido la relación con Paraguay?

–En el caso de Paraguay, el nivel de aprobación que hemos tenido está encima de los 2.000 millones de dólares. Pero más recientemente estamos aprobando un promedio de unos 400 millones de dólares, que incluyen operaciones de préstamos nuestras y también el rol catalítico que es atraer a otras instituciones como el Banco Europeo de Inversiones o cofinanciar con el BID, etc., y nuestra intención es continuar con esto.

–¿Qué tipo de obras han estado financiando aquí?

–Principalmente en el ámbito de la infraestructura vial y de energía. Aunque tenemos un porcentaje de las operaciones con la banca privada, en líneas de crédito que sirven a su vez para financiar a las pequeñas y medianas empresas. Son proyectos a largo plazo. Paraguay es uno de los beneficiarios también del programa de gobernabilidad que desarrollamos. Tratamos de formar a funcionarios públicos a través de buenas prácticas y de cooperación técnica para que las instituciones mejoren sus procesos de transparencia.