16 may. 2024

11 sacerdotes amenazan con renunciar e ir a trabajar en otras zonas

Ante la destitución del padre Gerardo Mereles, de la parroquia Espíritu Santo de Ciudad del Este, 11 sacerdotes diocesanos amenazaron con renunciar a la diócesis de Ciudad del Este e ir a trabajar en otras comunidades. Según el afectado, los demás sacerdotes prefieren trabajar con obispos más accesibles antes que seguir bajo las órdenes del Monseñor Rogelio Livieres Plano.

SACERDOTES REUNIDOS CDE

Redacción|CDE

El padre Mereles fue notificado de su salida como párroco de esa iglesia un día antes y el obispo Livieres ni siquiera lo llamó para comentarle la razón de su destitución y mucho menos darle a conocer su nueva comunidad, dijo. “Creo que por respeto merecía que el obispo me explique la situación pero ni siquiera me dio un lugar a donde ir, me dejó sin nada, sin parroquia, sin cargo y todo sin razones precisas”, indicó el sacerdote.

El consagrado manifestó indignación ante las declaraciones del obispo en un comunicado. “En la notificación de mi destitución dice que la iglesia está tratando de barrer las basuras que existen y que eso levanta polvo. Nos llamó de basuras a muchos, eso es lamentable”, refirió.

Dijo que ésta destitución se debe a represalias que Livieres Plano tiene en su contra por haber firmado una carta enviada al vaticano. “Mi peor pecado fue firmar esa carta al papa donde solicitábamos rendición de cuentas en la administración de la diócesis local por que tenemos documentos de malversación, además pedíamos que se esclarezca la situación del padre Carlos Urrutigoiti. Desde allí el obispo está solo en mi contra siendo que 13 sacerdotes firmaron aquel documento”, señaló el padre.

Recordamos que Rogelio Livieres supuestamente arrastra un conflicto delicado con la feligresía desde hace varios meses. Desde la acusación contra el padre Urrutigoiti por supuestos casos de abusos sexuales, la suspensión de fieles que reclamaron la situación, y otras acusaciones contra el obispo de ser corrupto según algunos miembros de la iglesia.

Esta serie de pleitos derivó a la destitución del padre Mereles y a consecuencia podría generar la renuncia de los 11 sacerdotes diocesanos en apoyo al destituido. El domingo, el padre Gerardo presidió su misa de despedida, en una capilla del barrio Santa Ana y en la ocasión manifestó su indignación ante la desición de Livieres.

Recalcó que es una injusticia esta determinación y que el obispo tarde o temprano debe justificar su administración. “Él me destituye por que firmé aquella carta al vaticano, pero nosotros tenemos documentos acerca de su trabajo administrativo, tenemos facturas millonarias en cuentas de teléfonos, terrenos muy valiosos que fueron rematados por insignificantes sumas y muchas otras irregularidades podemos comprobar”, acotó.

El lunes llegaron unos 50 sacerdotes de Villa Rica, Coronel Oviedo, Caaguazú, San Pedro, Asunción y hasta del Chaco para solidarizarse con el padre Gerardo Mereles. Se reunieron durante la mañana para analizar la situación y solicitaron conversar con el monseñor Rogelio Livieres.

“Sólo queremos hablar con el obispo y que me designe un lugar digno donde seguir trabajando por que él puede echarme de aquí pero sigo siendo sacerdote, no puede quitarme mi consagración por que esto es indeleble, eterno”, agregó.

Mereles, dijo que en el transcurso de la semana intentarían conversar y llegar a un acuerdo con Livieres. Mientras tanto el párroco de la iglesia Espíritu Santo es el monseñor Oscar Páez Garcete, obispo Emérito del Alto Paraná.