Los gobiernos de Paraguay y Argentina llegaron a un acuerdo en el arreglo de la situación financiera de la Entidad Binacional Yacyretá (EBY), de acuerdo con lo que había informado Ángel Recalde, director paraguayo de la hidroeléctrica. Un borrador enviado a ÚH señalaba algunos puntos del supuesto pacto, aunque no se mencionaba el monto final de la deuda de la binacional con el Tesoro argentino ni la tarifa de venta de energía.
Más allá de que el borrador termine (o no) reuniendo los parámetros finales, a técnicos independientes del sector energético les preocupan varios aspectos del acuerdo. Uno de los principales es la falta de mención de la venta de energía paraguaya a terceros países (disponibilidad del 50% de la energía de la EBY para comercializar) y la posible reducción en el pago por cesión de energía. Este último punto ya habría sido negado por Juan Carlos López Moreira, jefe del Gabinete Civil.
El ingeniero Ernesto Samaniego manifestó que si los datos del borrador son ciertos, se renuncia al derecho de Paraguay de comercializar sus excedentes del 50% de la energía que le corresponden y se disminuye la compensación por la cesión de energía, de USD 9,89 el megavatio hora (MWh) a solo USD 3,5 el WWh.
“Es totalmente incomprensible, constituye un gran beneficio para los otros socios. En cuanto a la deuda, tal como se había vaticinado, esta sería ajustada de acuerdo con la conveniencia del mercado eléctrico argentino, aunque no se menciona cómo se establecerá la tarifa, que es el principal problema de la entidad”, explicó.
Otra cuestión que le parece notable es la variación de los gastos de explotación. En el Preacuerdo 2006 se había establecido la suma de USD 50 millones anuales para una producción media de 17.550 MWh, es decir aproximadamente USD 2,85 el MWh. Ahora se fija en USD 17,5 el MWh, lo cual constituye un llamativo y sustancial aumento, ilustró. A su criterio, el Preacuerdo de 2006, pese a sus falencias, constituía un mejor panorama para Paraguay.
Argentina beneficiada. Para el ingeniero Axel Benítez, el texto del borrador es más favorable para el país vecino. Apuntó que se habla de mayores ingresos operativos, a cambio de mayor producción, pero no se minimizan costos.
Agregó que la Argentina no habla de derogar o condonar sus créditos, sino que se menciona un mecanismo de compensación y no se detalla cuál sería. Solo se dice que la deuda se cancelaría en una década, y a su vencimiento, un plazo de repago de dos décadas, dijo.
“O sea, Argentina se reasegura el pago de una deuda que ella misma provocó. No menciona que se llevó además el 94% de la producción histórica”, cuestionó.
El especialista planteó que la ANDE se convierta en un agente comercializador de energía para la Argentina y deje de simplemente ceder su excedente.
Según fuentes del equipo negociador, la deuda de la binacional con el Tesoro argentino quedaría por abajo de USD 5.000 millones.