El vicepresidente de la Asociación de Productores de Soja, Karsten Friedrichsen, explicó que debe llover de manera generalizada por lo menos 20 milímetros para comenzar a sembrar 48 horas después, pero por el momento no hay un pronóstico certero que apunte a precipitaciones en los próximos días.
En las condiciones actuales es muy arriesgado cultivar las semillas debido al déficit de agua, pero si la espera se alarga nuevamente se puede atrasar la campaña agrícola y consecuentemente se demorará la comercialización de granos en el mercado internacional. Los cultivos rotativos, como maíz y trigo, también podrían sufrir daños colaterales.
En cuanto al área de siembra, Friedrichsen mencionó que la expectativa es alcanzar entre 3,5 millones y 3,6 millones de hectáreas, mientras que los datos acerca del rendimiento se podrían conocer en febrero, ante las inciertas condiciones climáticas que influyen en el desarrollo de la planta.
El año pasado se había logrado extender la siembra a 3.637.511 hectáreas.