Es urgente atender el abandono escolar, la situación económica de las familias y el incremento en las dificultades de aprendizaje con un plan educativo a corto plazo, con miras al 2022, advierten expertos del sector y estudiantes secundarios.
En un reciente artículo publicado por la revista Acción, el investigador y docente de la UC, Melquiades Alonso, advierte que en nuestro país –y en el mundo– más que constatar brechas, con la pandemia se producen abismos que separan a alumnos según su condición social.
“Necesitamos una escuela renovada como núcleo fundamental, que actúe como organización integrando a los educadores en un equipo docente, con los padres y estudiantes. Un equipo de Gestión de la Institución Educativa (EGIE) en funcionamiento real”.
Agrega que para esto es fundamental fortalecer el papel educativo de las familias que ya se vio con fuerza durante el confinamiento.
En el verano que se aproxima, es importante organizar cursos libres de verano para los educadores, sostiene Alonso. Para los niños y jóvenes, programas de escuelas abiertas en vacaciones con actividades recreativas y de apoyo pedagógico en todo el territorio.
La orientación no debe centrarse en lo académico, sino en integración, aprendizaje entre pares y el apoyo mutuo.
Puede ser una experiencia piloto para la implementación de actividades extracurriculares a lo largo del año, comenta el profesor.
REFLEXIONES. ¿Volvemos al enfoque tradicional? “¿Qué necesitan niños y jóvenes tras la vuelta a la presencialidad?, estas son algunas preguntas que debe cuestionar al MEC y a la comunidad antes de comenzar un nuevo curso lectivo. Es lo que sostiene la experta en Educación y Tecnología, Karina Hugo.
Plantea recuperar el “tiempo perdido” desde el cierre de las escuelas el 11 de marzo de 2020: “Es necesario pensar desde ya en el replanteo de estrategias didácticas para dar respuestas a la nueva realidad, con el foco puesto en la pospandemia y en los niños y jóvenes que acudirán a las aulas”.
“El objetivo debe ser una educación para que una ya no tenga que recurrir a la deserción escolar para sobrevivir. Es la palabra clave hoy, sobrevivir; ya no es vivir una vida digna y con derechos”, cuestiona desde la Unepy, Araceli Morales.
La joven estudiante de Concepción critica el sistema evaluativo de la pandemia. “Se centra más en lograr que en aprender, así como se centraba todo más en la entrega de tareas que en aprender”. La formación docente con un enfoque crítico es igual de necesario a corto plazo, expresa.
El objetivo debe ser una educación para que una ya no recurra a la deserción para sobrevivir. Araceli Morales, vocera de la Unepy.
Necesitamos una escuela que actúe como organización, integrando a docentes, padres y estudiantes. Melquiades Alonso, docente e investigador.