Inspirados por el legado del histórico presidente de la FIFA, Jules Rimet, representantes de países sudamericanos firmaron el Acta Fundacional de la Representación de Sudamérica para la Copa del Mundo 2030.
El simbolismo que demostró el lugar fue innegable. El evento tuvo lugar en el corazón del fútbol sudamericano, el mítico Estadio Centenario, de Uruguay. En ese lugar se llevó a cabo la primera final de la Copa Mundial, en 1930, y ahora se prepara para ser escenario del partido inaugural del mundial de fútbol 2030, con la selección uruguaya como anfitriona. Además, Argentina y Paraguay recibirán a los equipos en sus propios suelos durante el torneo.
Gloriosa historia del fútbol
La ceremonia, más que una formalidad, fue un homenaje al ilustre pasado del fútbol. El escritorio original de la Conmebol, de 1930, sirvió como fondo; mientras que objetos históricos, como uno de los balones utilizados en la final del Mundial de 1930 y réplicas de las copas Jules Rimet y del Mundo se exhibían con orgullo.
El presidente de la Conmebol, Alejandro Domínguez, calificó el libro de actas de la organización del Mundial 1930 como “el Santo Grial” del fútbol mundial.
Domínguez destacó el papel visionario de los pioneros del Mundial 1930, que sentaron las bases de un fenómeno global, que hoy cautiva a más de 5.000 millones de aficionados.
Dirigiéndose al presidente de la FIFA, Gianni Infantino, expresó la importancia de este acto para los próximos 100 años.
El acta fundacional
Este documento no solo garantiza la celebración de al menos tres partidos inaugurales en Sudamérica, sino que también establece que Montevideo, Asunción y Buenos Aires serán anfitriones de eventos oficiales para conmemorar el centenario del primer Mundial. Este acta fue firmado con la intención de honrar el legado de los pioneros del fútbol y deja abierta la posibilidad de futuras expansiones y colaboraciones.
Las palabras de los líderes de Paraguay y Uruguay, Santiago Peña y Luis Lacalle Pou, respectivamente, reflejaron la determinación de Sudamérica de mantenerse como protagonista en el escenario mundial del fútbol.
Infantino, por su parte, reafirmó el compromiso de la FIFA de preservar la historia y la magia del deporte, destacando el inicio del Mundial 2030 en el emblemático Estadio Centenario de Uruguay como un momento histórico para unir al mundo en una fiesta intercontinental.
Así, con la firma del acta, Sudamérica se prepara para escribir un nuevo capítulo en la historia del fútbol mundial, honrando su glorioso pasado, mientras se proyecta hacia un futuro lleno de emociones y logros deportivos.