Tras la tensión, tres ministros de la Corte respiran tranquilos hasta marzo

Senadores liberales y colorados que aseguraban que Óscar Bajac, Sindulfo Blanco y César Garay iban a ser destituidos este fin de año, se tragaron sus palabras y tiraron la toalla hasta que termine el receso.

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Los ministros se aferran a sus cargos y podrían someterse a juicio político.

Por Patricia Vargas

Dos meses de tirantez y nerviosismo vivieron cuatro ministros de la Corte Suprema de Justicia tras ser amenazados de no culminar el 2014 sentados en sus elegantes despachos. La tensión fue tanta al punto que uno de ellos, Víctor Núñez, terminó renunciando a su cargo el 2 de diciembre pasado por temor al juicio político.

Los tres restantes: Sindulfo Blanco, Miguel Óscar Bajac y Cesar Garay Zuccolillo, sin embargo, decidieron desafiar al Congreso y enfrentar el juicio político que aprobó dos semanas atrás la Cámara de Diputados, pero que se estancó en el Senado por falta de votos. En esta cámara, 18 disidentes de distintas bancadas (diez socialistas, un encuentrista, dos liberales y cinco colorados) se abroquelaron en contra del proceso, dejando al oficialismo y a sus aliados con 3 votos menos para lograr el objetivo.

Esta situación dio un fuerte respiro a los tres magistrados, por lo menos hasta marzo del año que viene, cuando se reinicia el periodo parlamentario, para seguir dando pelea por permanecer en sus puestos.

Por ahora, los ministros pasarán en parte sus vacaciones en el interior del país. Prefieren no viajar al extranjero porque a mediados de enero se encargarán de reiniciar una ronda de conversaciones con algunos senadores que están a favor del juicio político para revertir la situación.

A pesar de que el oficialismo y su aliado el PLRA cantaron victoria y dieron por hecho que los ministros estarían ya destituidos antes de este fin de año, no tuvieron más opción que agachar la cabeza y tirar la toalla hasta marzo.

Los impulsores del juicio no tuvieron otra que reconocer que no pudieron contra los votos de esa izquierda del Senado que tanto subestiman, que se aprovechó de la división de las bancadas colorada y liberal para lograr el objetivo de frenar la destitución de los magistrados.

Cartes. Con esta situación no solo los senadores que impulsan el juicio quedaron en una situación incómoda, sino el propio presidente Horacio Cartes, quien no supo lidiar con la bancada colorada dividida para lograr su objetivo, según admitió Emilio Cubas, dirigente del sector de Javier Zacarías Irún. Tres senadores de este sector, Silvio Ovelar, Mirtha Gusinky y Juan Darío Monges, se niegan a apoyar el juicio político.

“Cartes no supo negociar y eso se notó. Solo envió emisarios, pero él nunca se preocupó en llamar a los senadores para explicarles los motivos por los cuales había que hacer un juicio político”, dijo Cubas al recordar los votos disidentes de su partido. Además de Monges, Ovelar y Gusinky, en la ANR se negaron a votar por el juicio Julio Velázquez y Gustavo Alfonso, opositores al Gobierno dentro del partido.

“Hace mucho que el Parlamento dejó de cumplir a rajatablas la línea que baja el partido. Cada uno es independiente”, apuntó Cubas, quien es además sobrino de Gusinky.

Este escenario hizo que la ANR y el PLRA dieran el último manotazo de ahogado y públicamente amenazaron a sus correligionarios “rebeldes” con sancionarlos por no apostar al juicio político.

En tanto, los tres ministros “están tranquilos” ahora porque saben que en marzo del 2015 el escenario puede ser muy distinto.

“Mi jefe tenía para este año una única opción que era su destitución, pero ahora tiene otra opción más, y es que el escenario cambie. Al menos ya tenemos dos opciones”, expresó bromeando el jefe de despacho de uno de los magistrados.

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