El fiscal Andrés Arriola, quien está al frente de las pesquisas, explicó que esperan los resultados de las pericias de teléfonos celulares para tomar la decisión de una eventual imputación.
Se sostiene que los guardias pudieron haber sido cómplices del interno Jaime Franco, quien aparentemente era dueño del laboratorio.
El allanamiento fue realizado el 22 de octubre de 2020 en horas de la madrugada.
Alberto Ramón Torres Guzmán, jefe de seguridad; Gerardo Delvalle Sabina, subjefe de seguridad; Carlos Eduardo Alcaraz, superior de guardia; Luis Alberto Rodríguez Ortiz, oficial de guardia; Luis María Domínguez Jara (contratado), guardia interno de Admisión (portón Nº 6); Hugo Alfredo Gómez Escobar, guardia interno de Admisión (Portón Nº 5). Sixto Fabián Núñez Mora, guardia interno de Admisión; Américo Iglesia Godoy, portero acceso principal; Enrique Odilón González Herrera, superior de guardia; Silvio Gómez Rodríguez, oficial de guardia; Cornelio Torres, jefe de servicio; Silvio Zacarías Villalba, guardia interno de Admisión; Efraín Rojas Giménez, superior de guardia; Pedro Agustín Leite Colmán, oficial de guardia; Benigno Sotelo Sabino, jefe de servicio; Miguel Ángel Servín Cardozo, guardia interno de Admisión; Ruth Elizabeth Martínez, encargada del control del departamento de Tuberculosis; María Cristina Leiva Servín, encargada en la Dirección de Atención a Grupos Vulnerables; Juan Bautista Velázquez, enlace de Seguridad; y Miguel Ángel Villalba, jefe del departamento de Logística y Suministros, son los funcionarios sospechados de omitir la información de la existencia del laboratorio en el interior de la penitenciaría.