La suerte de María no solo se resume a que en apenas dos años de ingresar como guardia de seguridad al TSJE lograra aumentar 10 veces más sus ingresos, disparando su salario de G. 2 millones a G. 21 millones, cuando le sonrío la suerte de ser designada como secretaria de Bestard, antes de que este sea presidente del Tribunal.
En el 2013, cerca de Bestard, María ya cobraba bonificaciones como cualquier director profesional, tal como dicta el reglamento presupuestario, sin embargo ella recién terminó su carrera de abogada en diciembre pasado.
Los beneficios percibidos se debían a su cargo de asesora del ministro Jaime Bestard.
Al dejar su cargo de guardia y pasar a ser asesora de Bestard, la funcionaria empezó a percibir una bonificación inicial de G. 3.312.000 en el 2013. Cifra que año a año se dispara pasando a G. 5.520.000 en el 2014, y hoy es de G. 8.407.040.
Hoy, María es la mujer más influyente dentro de la Justicia Electoral. Su jefe, el ministro Bestard, le concedió el rango de directora y ella maneja el gabinete del presidente del TSJE.
“Ella maneja todo”, señalan algunos funcionarios de la institución que prefirieron mantenerse en el anonimato.
En el registro de cobros de la influyente funcionaria también aparecen viajes por cursos de capacitación, al igual que los choferes y mozos de los ministros.
En el 2013 registra cobro de viáticos “por brindar apoyo en la fiscalización de las jornadas distritales relacionadas al programa de inscripción masiva al RCP, en las distintas oficinas distritales”.
El cuestionamiento, que ya hizo famosa a María, es su cargo de asesora cuando pasó a trabajar con Bestard, y las bonificaciones que venía cobrando sin tener título universitario. Sin embargo, el presidente defiende a su secretaria, porque es “de confianza”.