Pero de esa sucesión inicial de un juego plagado de equivocaciones en el mediocampo, fue Nacional quien emergió más rápidamente hacia la claridad y, de esta manera, desembocó en el primero de los de los dos goles que convirtió Leonardo Villagra en la tarde noche luqueña.
El tanto vino a través de un penal que el VAR indicó al árbitro central, luego de que el defensor Gustavo Pintos golpeara con el brazo en el rostro del nacionalófilo Sebastián Vargas. Villagra descolocó a Campisi.
Luqueño también comenzó a mostrar mejoría con el transcurso de los minutos, pero cada vez que intentó levantar cabeza y empatar, achicar distancias, encaba otro gol. Así a los 42’ Zaracho metió un pase de talento para Carlos Arrúa, quien disparó con potencia y volvió a someter al arco de Luqueño.
Cinco minutos después, Walter Clar cruzó una pelota y Luis Cabral, en su afán por rechazar habilitó al goleador de la noche, Villagra, quien definió luego de pararla con el pecho y puso el 3-0 con el que acabaría le juego.
No se rindió. Pero hay que decir, en desagravio de un equipo que sumó su segunda derrota en tres partidos, que Luqueño nunca se amilanó a pesar de la distancia instalada por un Nacional sobrio en defensa, criterioso en mediocampo y efectivo como el que más en la delantera. El local presionó arriba, incluso encontró un penal y, sin embargo, Enrique Borja lo desperdició ante la tapada de Rojas, acostumbrado a estos situaciones desde los doce pasos. No hubo caso para Luqueño.
La figura
Leonardo Villagra
Contundente, preciso y solidario tácticamente, el centrodelantero aportó gol y control dentro y fuera del área.
3 goles tienen Leonardo Villagra y con José Florentín, de Guaraní, los artilleros jugada la tercera fecha del Clausura.