Un vertedero clandestino, que incluso se extiende entre varias viviendas y colmata las aguas de una laguna artificial formada en un gran hoyo que quedó en el lugar tras la extracción de piedras, es motivo de preocupación en las familias de San Miguel-Cerrito, en Tablada Nueva.
William Cantié, residente de este punto ribereño de la capital, explicó que el nauseabundo basural que se levanta sobre la calle 290 casi Lombardo, está desde hace unos 15 años y que si bien solicitaron limpieza a distintos intendentes, direcciones y departamentos, a la fecha el cúmulo de desechos se mantiene.
“Esto es muy peligroso para la salud de la gente por las alimañas que se crían en este sitio. Con mingas tratamos de cuidar nuestro ambiente, pero sin ayuda de las autoridades se hace muy difícil. Con vigilias y peleas, día y noche, logramos al menos que ya no tiren cubiertas”, apuntó.
Por su parte, Nancy Salinas, otra pobladora del barrio, sostuvo que motocarros o adictos que cobran G. 2.000, traen los desechos de otros puntos vecinos y los depositan irregularmente en ese punto.
Blas Troche, quien pidió limpieza y la instalación de contenedores, agregó a este drama el de las conexiones clandestinas de energía, enlazadas al mismo transformador y van hasta áreas adyacentes. “Debe intervenir la ANDE porque además de ser peligroso, sufrimos constantes cortes”, comentó.
RESPUESTA. Domi Benítez, responsable del Departamento de Comunicaciones de la Dirección de Aseo Urbano de la Comuna capitalina, admitió que el combate a los vertederos de este tipo se torna difícil y que exige poner mano más dura para su eliminación total.
Indicó que en cada intervención retiran entre dos y tres camionadas de desperdicios, pero que a solo horas de nuevo vuelven a acumularse.
Concluyó que irán a este punto de Tablada Nueva para dar solución al reclamo de los lugareños.