El vuelo de la aeronave iba a ser el plato fuerte de la Aeroferia que se realizaba en esos momentos; sin embargo, el avión no pudo remontar vuelo y se vino a tierra.
Roberto Vera Vierci, quien estaba al mando de la aeronave, sufrió golpes y la réplica quedó inservible.
La construcción del Deperdussin estuvo a cargo de dos equipos del Club de Vuelo Yvytu y demandó siete años su construcción. La réplica debía realizar una serie de vuelos de demostración a lo largo del Paraguay.
Una multitud de personas, familias enteras, se dio cita en la aeroferia cívico-militar, realizada ayer en la base aérea Ñu Guasu. La actividad tuvo como plato fuerte el sobrevuelo de la réplica del Deperdussin, la aeronave pilotada por el pionero de la aviación paraguaya, Silvio Pettirossi.
El festival aéreo comenzó con saltos en paracaídas, de oficiales de la Fuerza Aérea Paraguaya.
Gestos de asombro se podían ver en los rostros de mucha gente que pudieron apreciar la exhibición acrobática de tres aviones Tucanos, de la cuadrilla Moros de la fuerza militar. Cada uno de los T 27 realizó durante media hora el famoso looping, la maniobra aérea con la que Pettirossi supo destacarse batiendo todos los récords en su tiempo.
“Es un momento histórico que estamos pasando, porque Pettirossi es uno de los precursores de la aviación, no solo paraguaya, sino mundial”, apuntó el coronel Carlos Pistilli, de Departamento de Comunicación Social de la Fuerza Aérea.
Posteriormente tuvo lugar la demostración de rapel, en el que un grupo de combatientes descienden sobre una soga desde un helicóptero, cuyo objetivo es ingresar en zonas boscosas u hostiles para diversos tipos de misiones.
Niños y jóvenes pudieron subirse al habitáculo de helicópteros y aviones civiles y militares, con la guía de oficiales de aviación.