Hugo Alfredo Álvarez, recluido desde hace alrededor de siete meses en el penal Juan Antonio de la Vega de Emboscada, fue reconocido por los vecinos –y retratado por ÚH– como uno de los reos que salían del penal para trabajar cortando árboles en un terreno ubicado a unos dos kilómetros del centro penitenciario.
Desde el Ministerio de Justicia aseguraron que los reos, que trabajan prácticamente sin custodia, contaban con permiso para realizar dichas labores, sosteniendo que son condenados de larga data.
Desde la Dirección General de Establecimientos Penitenciarios sostuvieron que los hombres participan de un régimen semiabierto ya que están purgando los últimos años de su condena.
El director del penal, Cristian González, sostuvo que los presidiarios trabajaban en la granja que pertenece al Ministerio.
Sin embargo, fuentes confirmaron que la granja Itaporã, a la cual hizo referencia el director, está ubicada entre el penal regional antiguo y el Juan de la Vega, y no en el lugar donde se hallaban los reclusos fotografiados por ÚH.
Pobladores que viven en las inmediaciones del predio de 24 hectáreas, donde están trabajando hace alrededor de cinco meses al menos 6 a 10 internos del penal regional, reconocieron entre los peones a Álvarez, oriundo de la ciudad y procesado por violencia intrafamiliar, según confirmó el fiscal Carlos Maldonado, que lleva su causa. El agente del Ministerio Público afirmó que se presentó acusación y se espera fecha para el juicio oral.
Las personas privadas de libertad con prisión preventiva –es decir que se encuentran sin condena firme– no pueden ser beneficiadas con el régimen semiabierto, de acuerdo con lo dicho por el juez Miguel Tadeo Fernández, quien sostuvo que no es potestad del director de ningún centro penitenciario autorizar las salidas de un procesado. Expresó que si se da esta situación, el director está incumpliendo la orden de un juez que dictó un acto interlocutorio ordenando la prisión preventiva.
PELIGRO. Según fuentes, Hugo Álvarez, quien fuera guardiacárcel del penal de Emboscada, agredió a su pareja, quien lo denunció ante la Justicia. El hombre pasó de ser guardia a interno de la cárcel y goza de la confianza de las autoridades de la penitenciaría.