Es decir, los camaristas Cristóbal Sánchez, José Waldir Servín y Agustín Lovera Cañete decidieron confirmar la resolución del juez Rubén Riquelme, quien rechazó otorgarle medidas sustitutivas al encausado.
Las abogadas de la defensa, Norma Goiri y Antonia Sánchez, solicitaron un cambio de lugar de reclusión mientras duren las respectivas diligencias investigativas.
En tanto, la fiscala Sussy Riquelme señaló que el peligro de fuga se encuentra latente, por lo que debía confirmarse la prisión preventiva de Ramírez Medina.
El caso se inició a raíz de una denuncia presentada por una persona mayor que refería acerca de la existencia de un hombre que estaba reclutando a niños de alrededor de 12 a 14 años, a quienes se presume los llevaba a su casa para realizar actos sexuales.
La misma manifestó que las víctimas eran menores de edad que trabajaban como lustrabotas o niños que solían vender productos en la Costanera capitalina.
El modus operandi del sujeto era ofrecer bienes materiales, calzados, videojuegos, salidas al shopping, para atraer la atención de los niños, según refiere el escrito de imputación. Incluso Ramírez ya mantenía –supuestamente– una relación sentimental con uno de los adolescentes, según indica la imputación.