Prefiere guardar el silencio y no sentar postura sobre la ola de críticas que envuelve al funcionario que ocupa el cargo más importante después del presidente en Palacio de Gobierno.
Villamayor fue escrachado el fin de semana en un restaurante y terminó enredado a los golpes con el ganadero Darío Giménez.
Desde hace tiempo viene siendo criticado por los escándalos de corrupción que complican la gestión del Ejecutivo. Fue interpelado por la Cámara de Diputados tras la denuncia de que intentó negociar en secreto la deuda de PDVSA, donde llamativamente un abogado iba a recibir nada menos que USD 26 millones.
Esto luego de que Sergio Coscia, hombre de su equipo jurídico, se vio forzado a renunciar al cargo de procurador general de la República, tras la denuncia de otro acuerdo secreto entre Petropar con la empresa Texos Oil. La Secretaría Nacional Anticorrupción confirmó que hubo serias irregularidades y el caso fue derivado al Ministerio Público para proseguir con la investigación.
El presidente de la República ratificó su confianza al jefe de Gabinete generando una grieta con el sector del cartismo que está apurando para que Villamayor sea destituido del cargo.
Sin embargo, Villamayor ahonda la crisis y retrucó los ataques del sector encabezado por el diputado Basilio Núñez y el ex candidato presidencial Santiago Peña. Les recordó que mientras ellos exigen transparencia no dijeron nada cuando en la administración anterior (era Cartes), se lavaba dinero en los bancos del Estado, con referencia al Banco Nacional de Fomento por el caso Darío Messer.
La guerra entre ambos sectores de la ANR se desata en medio del inicio de la carrera electoral de cara a las municipales, donde se definirá quién tiene mayor fuerza.