Un recluso del Penal Industrial Esperanza estuvo preso un año más, porque la jueza de Ejecución, María Lourdes Scura, hizo mal el cómputo de la pena. Esto, según el Tribunal de Apelación, que decretó la extinción de la pena y saldrá libre. Debió hacerlo el 20 de junio del 2020.
La resolución revocada es del 5 de enero del 2017, que fue apelada por la abogada Zulma Peña el 21 de marzo del 2017, tras darse por notificada de la resolución.
El fallo de la jueza rechaza el compurgamiento de la pena y determina el cómputo hasta el 20 de junio del 2020. El caso es un homicidio frustrado.
La defensa sostuvo que se tuvo como que recién guardó reclusión desde el 20 de junio del 2014, cuando que esa fecha es cuando llegó al Penal Industrial, pero estuvo recluido en Tacumbú desde el 20 de julio del 2009.
El fiscal de Ejecución José Planas se allanó al pedido de la defensa. En el Tribunal de Apelación recibieron el expediente el 16 de octubre del 2017. Solicitaron el expediente a la vista el 23 de marzo del 2018. Como no lo trajeron, reiteraron el pedido el 12 de noviembre del 2020 y el 5 de mayo del 2021.
Paralelamente, el 19 de julio del 2020, la jueza dispuso unificar las penas con otro caso y estableció 17 años de encierro.
Luego, como no enviaron el caso, estudiaron el pedido igual. Dicen que la pena de Martínez ya fue compurgada el 20 de julio del 2015. Con ello, dicen que ya no podía unificar las penas, porque una ya estaba compurgada.
Los camaristas Gustavo Santander, Gustavo Ocampos y José A. Fernández afirman que la pena ya fue compurgada el 20 de junio del 2020, por lo que revocan la resolución y declaran la extinción de la sanción. Ahora podrá salir libre. Estuvo un año de más.