En el marco de la festividad de la Virgen de Caacupé, el mensaje del obispo Ricardo Valenzuela expuso las principales preocupaciones de la Iglesia sobre la realidad actual: los pobres, los indígenas, los sin tierra, la droga, el narcotráfico, el uso y abuso de la política entendida como negocio y tráfico de influencia. Pidió honestidad a las autoridades nacionales, y a los ciudadanos que se pregunten acerca de qué harán los candidatos respecto a los problemas que aquejan al país; e instó a trabajar por la paz, por la justicia y el bien común.
Movida por el agradecimiento por un favor recibido, una mujer ha hecho famosa una réplica de la Virgen de los Milagros de Caacupé a la que engalana, con motivo de la fiesta cada 8 de diciembre de esta advocación mariana, con un atuendo nuevo y un tratamiento de lujo para su ensortijada cabellera natural.
El obispo de Caacupé, Ricardo Valenzuela, leyó este jueves una carta dedicada al pueblo, en el marco de la misa por el Día de la Virgen de Caacupé. La crítica abarcó el plan de Transformación Educativa y la desconfianza hacia la Justicia ante recientes hechos que afectan al ministro de la Corte Suprema de Justicia Antonio Fretes.
La santa misa celebrada por la Festividad de Nuestra Señora de los Milagros de Caacupé se inició este jueves luego de dos años de pandemia y esta vez sin restricción sanitaria alguna. Una inmensa afluencia de feligreses volvió a copar la Villa Serrana como en otras épocas.
Las homilías del Novenario de la Virgen de Caacupé, como ya es habitual, estuvieron cargadas de críticas, a la corrupción, las divisiones, injusticias, violencia, narcotráfico y muchas otras situaciones que afectan al país. Tampoco olvidaron este año los obispos y sacerdotes en sus mensajes las condiciones de vida de campesinos e indígenas, que son objeto frecuente de violentos desalojos. Hubo reflexiones sobre la familia, la incesante ola de feminicidios, violencia doméstica, abusos sexuales a menores y personas vulnerables.