Muelles clandestinos son utilizados por narcos sin ninguna oposición

En Cerrito se incautó este año más de una tonelada de marihuana, mientras que en las costas de Argentina fueron confiscados más de 60.000 kilos de la hierba enviados desde territorio nacional.

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Liberado. Esta clase de muelle abunda en Cerrito; es utilizado para fines ilícitos.

Por Freddy Aguilera y Juan José Brull

ÑEEMBUCÚ

Muelles clandestinos como Itá Punta en Cerrito, Ñeembucú, y otros tantos que se encuentran a orillas del río Paraná, lado paraguayo, son utilizados por los narcotraficantes sin problemas y sin ser molestados por ninguna autoridad de la zona. Inclusive, el embarque de las cargas se hace a plena luz del día.

Lanchas con motor 450 HP utilizadas por la estructura delincuencial no tienen fuerza contraria en las aguas del caudaloso río cuando llevan las mercancías al lado argentino. La Prefectura paraguaya cuenta con una sola lancha en dicha ciudad y difícilmente pueda competir con los poderosos vehículos de los narcos y, para peor, las potentes armas que utilizan para el envío.

Este año en la zona cayeron un poco más de 1.100 kilos de marihuana; un cargamento en Potrero Saná, de Cerrito, de 700 kilos de marihuana, y el otro fue el que involucró al intendente de Laureles, Ygnacio Fretes, de unos 611 kilos, que iban a ir al mercado argentino.

Al comparar todo este decomiso con lo confiscado a orillas del Paraná en el vecino país, ya sea Yahapé o Valencia, como también en Itatí –frente al distrito paraguayo de Itacorá–, la incautación de marihuana fue mucho mayor al otro lado de la frontera, ya que los controles en Argentina son más rigurosos.

Una publicación del diario La Nación de Argentina indica que una de las zonas de acopio de marihuana detectadas en las investigaciones rodea a la ciudad correntina de Itatí, ubicada en inmediaciones de Itacorá, Ñeembucú, donde fueron incautadas este año 30 toneladas. El medio argentino ya sindica al río Paraná en ese trayecto como la “hidrovía de la marihuana”. Es una de las principales puertas de ingreso de la droga al vecino país.

La publicación también indica que si bien la ruta área de contrabando es muy utilizada en dicha región, como en Paraguay, cada vuelo narco puede transportar un cargamento de unos 500 kilos, mientras que la vía fluvial prácticamente no tiene límite de traslado. De hecho, por allí circula buena parte de las 10.000 toneladas de cannabis, el 20% de la producción paraguaya.

Pero el movimiento de drogas allí es enorme. Paraguay estima que cada año se cosechan en su territorio unas 50.000 toneladas de cannabis. Un 20% de ese volumen, unas 10.000 toneladas, es transportado hacia la Argentina. El río es la vía más usada para trasladar los cargamentos hasta los centros de acopio y distribución.

Las autoridades paraguayas consideran que los capitanes de las barcazas reciben pagos de hasta 10.000 dólares para navegar por la hidrovía con las cargas ilegales.

Con posibilidades de eludir los controles en el río por las normas que rigen la navegación en la hidrovía Paraguay-Paraná, donde los buques de bandera extranjera en tránsito no pueden ser abordados por las autoridades locales, los narcotraficantes desembarcan cargamentos de droga en canoas y lanchas pequeñas.

El concejal de Cerrito Rolando Molinas admitió que no hay un control estricto en esta comunidad. Sin embargo, dice que del lado brasileño sí existen muchas incautaciones de drogas. “Los gendarmes les tienen mucho miedo a las estructuras de esta parte del país. Nosotros no podemos hacer nada, el control es nulo en nuestra región”, indicó.

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