Marito asegura el apoyo para nuevo crédito y Cartes consolida influencias

Nuevo pacto permitirá que el presidente de la República pueda ejecutar sus proyectos, mientras que el líder de Honor Colorado resguarda intereses empresariales y sus influencias en la Justicia.

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Operación Cicatriz. El presidente Abdo Benítez, el gobernador de Central, Hugo Javier, y el ex presidente Horacio Cartes.

La gobernabilidad y el éxito electoral fueron los fundamentos ensayados para hacer pública la nueva alianza entre el presidente Mario Abdo Benítez y su antecesor Horacio Cartes, concretándose la operación cicatriz; no obstante, la verdad es que existen entretelones en los que se tejen acuerdos que protegen y encaminan intereses.

Por parte del jefe de Estado y líder del movimiento Colorado Añetete, se asegura poder llevar adelante sus proyectos de gobierno; el más reciente y que ocupa el foco principal, el crédito que es impulsado por su hermano, el ministro de Hacienda Benigno López, de USD 350 millones, que incluye el plan de reactivación económica. Esta nueva deuda no contaba con la aprobación del cartismo, por lo que la alianza es necesaria.

El segundo punto que concentra al presidente es el soporte debilitado en el que están parados sus ministros y la presión para su destitución, que afecta también al hasta hace poco muy aceptado Julio Mazzoleni, secretario de Salud, cuestionado por las irregularidades en las licitaciones para insumos médicos. Se suma a Eduardo Petta, de Educación, y Carla Bacigalupo, de Trabajo, entre otros. Con el acuerdo abdocartista se asegura la continuidad de estos.

La fuerza de Marito sin duda se concentra en mayor medida en Diputados, donde las dos bancadas coloradas actúan, salvo pocas excepciones, al unísono, y tienen la mayoría suficiente para actuar sin dar explicaciones y sobrepasando incluso la legalidad.

El tercer punto de interés del mandatario es evitar un eventual juicio político, que fue encarado por el cartismo tras el acuerdo secreto de Itaipú, que lo hizo pender de un hilo el pasado año. Fue salvado por Cartes y este hecho terminó de ubicar en el trono al ex presidente. Uno de los voceros del cartismo, Pedro Alliana, presidente de Diputados, dejó en el aire la posibilidad de sacar la carta del juicio político en caso de necesidad.

Cartismo. Sentado desde su residencia y sin necesidad de cargos directos en el Estado, Cartes mueve los hilos del poder y se favorece con la alianza, manteniendo así su ensanchada influencia política. Con casi todas las fichas de su lado, el acuerdo consolida la protección a lo realmente importante para el líder del movimiento Honor Colorado: sus intereses empresariales. El Partido Colorado y sus aliados, junto con el apoyo del líder del Ejecutivo, se evita que prosperen los proyectos para aumentar impuestos al tabaco y a las bebidas azucaradas, que son parte del poderío económico del ex mandatario, quien declaró en 2014 un patrimonio neto de G. 1.629.851.962.811.

Leales en la Justicia. El cartismo no solo ocupa sitios preferenciales en el Congreso y aliados fuertes en el Ejecutivo. Sus nexos en la Justicia son elementos importantes que logra mantener con la buena salud de la operación Cicatriz, de mucho interés de Cartes que hasta estuvo en la mira de la Fiscalía brasileña por sospecha de estar vinculado con el procesado por lavado de dinero, Darío Messer. El último caballo de batalla que logró ubicar el cartismo fue el diputado Hernán David Rivas, actual representante de la Cámara Baja en el Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados (JEM), ingresando en reemplazo del abdista Ramón Romero Roa, removido de forma irregular.

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