Macri se juega la última carta para ganar las presidenciales

El presidente argentino estrena una nueva estrategia de campaña con la que pretende evitar un triunfo de su rival Alberto Fernández en las elecciones del próximo 27 de octubre.

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Esfuerzo. Macri busca llevar las elecciones a un balotaje.

Mauricio Macri retoma hoy sábado el impulso hacia las presidenciales del 27 de octubre bajo el lema SíSePuede, determinado a lograr su reelección pese a la magnitud de la crisis económica argentina y del revés que sufrió en las primarias donde quedó 17 puntos detrás del peronista Alberto Fernández.

“La elección aún no sucedió”, se empecinó en afirmar para dejar en claro que sus aspiraciones siguen intactas.

Con un acto hoy, sábado, en Buenos Aires, el primero de treinta encuentros, el presidente liberal buscará convencer de que es la mejor opción de gobierno por otros cuatro años pese a que desde que asumió en diciembre de 2015 empeoraron todos los indicadores de la economía y hay reclamos sociales en las principales ciudades del país.

Macri pide que lo voten por otro período para completar las reformas del Estado y ajustar las cuentas públicas que argumenta le dejó en descalabro su antecesora peronista de centroizquierda Cristina Fernández (2007-2015) y actual compañera de fórmula de Fernández. “En esta convocatoria se juega todo. Si es un fracaso o hay poca concurrencia termina para él la campaña”, aseguró el analista político Raúl Aragón que ve a Macri sin legitimidad ni poder en el último tramo de su gobierno. En su opinión todo el mundo decidió que el próximo presidente es Fernández.

CRUJE LA ECONOMÍA. Según las últimas encuestas, Alberto Fernández ganaría en primera vuelta en las elecciones de octubre con más del 50% de los votos. “Macri no tiene mucho para mostrar porque después de cuatro años el balance es muy negativo”, señaló el politólogo Carlos Fara.

La inflación acumuló a agosto 30%, el desempleo tocó su mayor nivel en 14 años (10,6%), la pobreza afecta a uno de cada tres argentinos y el PBI per cápita volvió al nivel que tenía en 2010, según datos del Banco Mundial.

La moneda se depreció 68% desde enero de 2018 con múltiples corridas que el banco central sofocó a costa de reservas y de llevar la tasa de referencia por encima del 80%, de las más altas del mundo. “Este señor gobernó el país como si fuera la cancha de Boca”, dijo Emiliano Díaz, un taxista de 45 años que votó a Macri en 2015 pero se siente profundamente desilusionado por el mandatario que presidió el club Boca Juniors antes de irrumpir en la política.

La crisis empujó a Macri a restablecer subsidios, congelar precios, imponer restricciones cambiarias y control de capitales. Esta semana Macri buscó destrabar en Nueva York un desembolso del Fondo Monetario Internacional. Argentina ya recibió 44.000 millones de dólares de un acuerdo por unos 57.000 millones. Casi un mes antes de la elección, Macri quiere contagiar optimismo bajo el hashtag #sísepuede. Y para muchos argentinos, Macri aún merece una oportunidad.

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