“No hay ningún problema, absolutamente, vamos a ir. Lógicamente tenemos un procedimiento que establece la ley. Fijar la fecha de común acuerdo. Es una potestad constitucional y vamos a estar presentes. No hay ningún inconveniente, absolutamente, con todo gusto”, expresó Loizaga.
Añadió que no hubo contacto con Luis Castiglioni (futuro canciller), ni con el equipo de transición del presidente electo Mario Abdo Benítez, para hablar sobre este tema. Indicó que el equipo actual de negociadores sigue siendo independiente en lo que se refiere al trabajo.
La Cámara Alta, con 26 votos a favor, decidió interpelar al ministro de Relaciones Exteriores puesto que es la máxima autoridad del Gobierno en las conversaciones que se mantuvieron con los argentinos.
La molestia principal de los legisladores se basa en que la maquinización del brazo Añá Cuá de Yacyretá no haya pasado por el Congreso Nacional, y que ya se esté llevando adelante el proceso licitatorio. De acuerdo con varios congresistas, la obra necesitaba previamente la aprobación del Senado.
Sin embargo, representantes de la administración de Horacio Cartes y el mismo director paraguayo de la EBY, Ángel Recalde, aseguraron que no se necesitaba el visto bueno del Congreso para el emprendimiento, dado que forma parte de las obras complementarias de Yacyretá. En el Anexo B del Tratado se establece que el Consejo de Administración de la binacional puede autorizar Añá Cuá, había explicado Recalde.
PROCESO. Para la obra civil de Añá Cuá se presentaron al llamado 8 consorcios, mientras que para la provisión de turbinas se recibieron tres propuestas. La obra demandará una inversión aproximada de USD 610 millones.
Los gobiernos de Paraguay y Argentina también resolvieron fijar la deuda de la EBY con el Tesoro argentino en USD 4.084 millones al 2015.