La verdadera recompensa

  • Facebook
  • Twitter
  • Email
  • Print
Hoy meditamos el Evangelio según San Mateo 6, 1-6.16-18. Se extractan algunas palabras del papa Francisco en relación a la lectura de hoy que nos pueda ser de utilidad para el momento que nos encontramos viviendo: “Nos encontramos a los pies de Jesús, en la cima del monte, acompañados de muchos hermanos. Ayer, y estos últimos días, hemos escuchado muchas enseñanzas; puede que sea cansado, pero poco a poco nos encontramos con este Evangelio. Este pasaje nos llama hoy a vivir, de manera más profunda, cada cosa que vivimos, no de cara a los demás, sino de cara a Dios. Pensemos en los compromisos que hemos vivido en esta semana o durante estas últimas semanas, ¿cuántas veces hemos vivido nuestros compromisos de oración?

Reflexionemos, ¿nuestros compromisos los saben los demás para que nos halaguen?, ¿lo pregonamos por las calles o lo hacemos con tristeza como los fariseos de los que habla el evangelio?

Siempre que hago este ejercicio de recordar, me dan ganas de regresar en el tiempo y corregir las cosas. Demos gracias a Dios que hoy nos invita a no quedarnos en el pasado, sino que nos regala un presente para que cambiemos nuestra actitud y, una vez más, volvamos al Señor.

«Siempre la verdad delante de Dios, siempre. Y esta verdad delante de Dios es la que hace espacio para que el Señor nos perdone; sin embargo, la hipocresía es exactamente lo contrario. Al principio esta gente sabe que es hipócrita, dice una cosa y no la hace: Pero con la costumbre también ellos creen que son justos. Por ejemplo, pensemos en la oración de ese doctor de la ley delante del altar: “Te doy gracias, Señor, ¡muchas gracias!” Pero no añade: Porque me has perdonado, sino que dice: Porque no soy como los otros, yo hago todo lo que se debe hacer. Y, después gira la cabeza:

“Ni tampoco soy como ese que ha hecho esto, esto, esto”. Las personas hipócritas acusan siempre a los otros, pero no han aprendido la sabiduría de acusarse a sí mismos. Hay que pedir al Señor, con las palabras del salmo 31, la gracia de la verdad interior y de poder decir con verdad: Te he hecho conocer mi pecado, no lo he escondido, no he cubierto mi culpa».

(Frases extractadas de https://www.universidadcatolica.edu.py/volvamos-al-senor/).

  • Facebook
  • Twitter
  • Email
  • Print
Más contenido de esta sección