José Armando Martínez Ríos, hijo del conocido dirigente colorado José Martínez, funcionario de la Administración Nacional de Navegación y Puertos (ANNP), y el presidente de la Junta Municipal de Santaní, el colorado Victor Ramón Niz Ayala, también fueron contratados para la construcción de sistemas de agua potable con dinero del Instituto Nacional de Desarrollo Rural y de la Tierra (Indert).
Años atrás, José Martínez (padre) inclusive estuvo acusado por soborno agravado en el denominado caso “maletines para la corona” en Puertos. En noviembre de 2013, un Tribunal de Sentencia determinó la absolución de los 11 ex portuarios acusados, entre ellos Martínez.
Ayer, este diario publicó que la firma Bunquer’s, contratada por dos oenegés con dinero del Indert para la construcción de sistemas de agua, pertenece justamente a José Martínez.
Su empresa fue contratada por las oenegés Reseda Poty que recibió del Indert la suma de G. 2.107.100.000 y por Alto Forrest, que recepcionó G. 2.041.978.000.
Hoy aparece en escena la constructora Armando Construcciones, que es de su hijo José Armando Martínez Ríos.
La referida empresa fue contratada por la Fundación Evolución, de acuerdo con datos obtenidos mediante la Ley de Acceso a la Información Pública.
La institución agraria pagó a la Fundación Evolución la suma de G. 2.656.500.000 por cinco sistemas de agua en la localidad de Santaní y G. 1.041.400.000 por un sistema de agua en el distrito de Caaguazú y otro en Mariscal López, específicamente en el conflictivo asentamiento María Nidia (ex Laterza Cué).
Otro que aparentemente fue beneficiado en este proyecto del Indert es el titular de la Junta Municipal de Santaní (ANR), Victor Niz Ayala, pues su empresa Bom Par Construcciones también figura entre las constructoras contratadas por oenegés para la construcción de sistemas de agua. El mismo actualmente está operando junto con José Martínez por la reelección de Horacio Cartes.
Su firma fue contratada por las oenegés Paraguay Joajhu que recibió de la institución agraria más de G. 2.736 millones y por María Fátima que recepcionó más de G. 893 millones, correspondientes a un primer desembolso, de acuerdo con documentos oficiales del Indert. Entonces tenemos que padre e hijo y un concejal amigo, a través de sus empresas constructoras, cobraron millones del erario público, teniendo en cuenta que las obras son financiadas a través del Fondo de Inversiones Rurales para el Desarrollo Sostenible (Fides).