Hamburgo, en estado de sitio tras la apertura de la cumbre

Manifestantes anticapitalistas sembraron el caos ayer en la ciudad alemana de Hamburgo, que alberga la cumbre del G20, incendiando vehículos, lanzando bengalas contra helicópteros de la policía y bloqueando a la primera dama estadounidense, Melania Trump, en su residencia.

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Cientos de activistas de izquierda radical forzaron a la esposa del presidente Donald Trump a cancelar su programa. La policía de Hamburgo tuvo que pedir refuerzos de otras partes de Alemania, mientras que la canciller alemana, Angela Merkel, tildó las manifestaciones violentas de “inaceptables”. Merkel, anfitriona del G20, afirmó que ella entendía a los manifestantes pacíficos, pero que las protestas violentas, que “ponen vidas en peligro”, son “inaceptables”.

Antes del concierto programado el viernes por la noche en la Filarmónica del Elba, al que debían acudir los mandatarios y sus cónyuges, los manifestantes trataron de bloquear los accesos a la sala de conciertos. Unos 500 manifestantes, muchos del grupo Attac, emergieron por las calles aledañas y se concentraron a unos 400 metros del resplandeciente edificio, rodeado de agua. Un cordón policial protegía la única calle que desemboca en el puente de acceso al auditorio, de reciente construcción. AFP

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