Para los investigadores, el EPP planificó muy bien la seguidilla de ataques en zona de Cruce Tacuatí. Uno de sus objetivos era atacar las patrulleras en plena ruta asfaltada, cuando la misma, de la subcomisaría de Cruce Tacuatí salió en la ruta con el efectivo policial herido en la carrocería para trasladarlo al Hospital de Santa Rosa del Aguaray. A solo 500 metros del portón principal de la estancia y sobre plena ruta 3, los milicianos del EPP intentaron volar la patrullera, explosionando en secuencia cuatro bombas. Si bien no pudieron volar el vehículo, porque ya alcanzó una alta velocidad al cruzar por el lugar; sin embargo, recibió varios disparos y esquirlas.
Los explosivistas de la FOPE realizaron una verificación en el lugar, donde estaban las bombas y se presume que fueron cuatro personas quienes detonaron los artefactos utilizando cables y baterías.
Con esto queda demostrado que el grupo planificó todos los detalles y que el objetivo era asesinar a la mayor cantidad posible de efectivos policiales.
Por otra parte, en la compañía Sanguina Cué, del distrito de Lima, vecinos denunciaron que en una calle interna del lugar había una bolsa extraña, por lo que se convocó a los explosivistas de la FOPE. Finalmente, no había bombas, pero sí algunos artefactos que podrían ser utilizados para la fabricación de bombas caseras. Los agentes llevaron los elementos para su análisis.
ANTECEDENTES. El 16 de enero de 2011 los terroristas habían atacado con bomba la sede de la Comisaría 3ª de Horqueta, explosionando una patrullera donde salieron heridos cerca de 5 agentes. El 18 de setiembre de ese mismo año, una bomba fue detonada frente a la Fiscalía de la misma ciudad. También en el mismo año, tres días después, el 21 de septiembre detonaron una bomba en la Subcomisaría 10ª de Capitán Giménez, Horqueta. El 31 de julio de este año hicieron una explosión en la estancia Ypotí, ubicada entre Núcleo 6 y Kurusú de Hierro, en Concepción.