Fahd Jamil Georges, considerado durante años el jefe del crimen organizado de la frontera y quien recientemente se entregó ante las autoridades del Brasil, tras años de permanecer prófugo de la justicia, participó ayer de una audiencia de custodia ante un juzgado brasileño, donde hizo referencia al Primer Comando Capital (PCC) y sus influencias en Paraguay. En el país se lo investigó por el asesinato del periodista Santiago Leguizamón.
Parte de sus declaraciones fueron publicadas por el medio brasileño Campo Grande News. En su portal, el citado medio menciona que el ex capo de la frontera expresó ante el juez Roberto Ferreira Filho que una de las razones por las que decidió darse por detenido es una supuesta persecución del grupo criminal PCC.
Fahd Jamil aseguró ante la Justicia que hace unos 45 días recibió amenazas textuales por parte del PCC y que ya no se sentía seguro, fue de esa manera que, temiendo por su vida y ante un posible atentado que pudiera sufrir, decidió entregarse ante la justicia.
El ex Padrino o Rey de la Frontera, como se lo conocía, explicó al juez que también tiene problemas de salud y uno de sus pulmones solo funciona en un 30%, por lo que requerirá de cuidados especiales.
En ese sentido, Fahd Jamil solicitó la medida alternativa de arresto domiciliario alegando que padece enfisema pulmonar. También el magistrado le consultó sobre los riesgos que implicaría para él ser llevado hasta un reclusorio. Asimismo, le preguntó si se sentiría seguro en la ciudad de Ponta Porã, Brasil, frontera con Paraguay, zona de mayor afluencia del grupo criminal.
su entrega. El pasado 19 de abril, el secretario de Seguridad Pública del Estado de Campo Grande, Antonio Carlos Videira, explicó que Fahd Jamil, de 80 años, llegó hasta el aeropuerto local en un avión acompañado de sus hijos y de su abogado tras una negociación.
Jamil Georges fue durante años uno de los hombres más buscados por la Justicia del Brasil y se lo consideraba como el Padrino y Rey de la Frontera.
Además, Jamil está asociado por los investigadores con varios casos de sicariato ocurridos en la zona fronteriza entre el Paraguay y el Brasil.
En nuestro país se lo vincula con la muerte del periodista Santiago Leguizamón, crimen por el cual fue condenado como autor intelectual a 30 años de cárcel en el 2005, pero con artimañas judiciales logró ser sobreseído.