Buzarquis aclaró que él solo acompañó con su firma la presentación del proyecto, pero en realidad la que encabeza el trámite es la senadora Arrúa. Aclaró que el proyecto no será tratado aún en el plenario, debido a que primero corresponde conversar, dialogar y escuchar a todos los sectores “y en base a eso tratar de quitar un proyecto final”.
Consideró que es necesario que todos los sectores se sienten a conversar sobre la iniciativa. En cuanto a las críticas de rechazo que ya lanzaron importantes gremios empresariales, dijo que, por experiencia, siempre ocurre que apenas se presenta un proyecto y aunque no haya sido leído en detalles, ya genera posiciones en contra.
“Es por eso que estoy diciendo que hay que sentarse a hablar. Por experiencia sé que siquiera se lee un proyecto y ya hay gente en contra. Hay que hablar con todos los sectores para buscar una propuesta que todos acompañen. Personalmente, creo que tenemos que tener voluntad para analizar algo que pueda ayudar en la frontera donde la situación está que arde. Ahí está todo difícil y puede reventar y tenemos que dar gestos de voluntad de buscar alguna alternativa”, recalcó.
POSTURA. Por otra parte, gremios como el Centro de Importadores del Paraguay (CIP), la Unión Industrial Paraguaya (UIP) y la Cámara de Anunciantes del Paraguay (CAP) ya sentaron postura de rechazo al citado proyecto que impulsan ciertos grupos empresariales de ciudades fronterizas.
Coinciden en que la legislación impulsada viola la Constitución Nacional debido a que establece una discriminación en cuanto a normas impositivas, pone en riesgo a los sectores formalizados y tendrá un impacto negativo para el fisco.
En este orden, advierten que el proyecto establece la excepción de aranceles y solo el pago del impuesto a la renta empresarial (IRE), según declaren los importadores.