Las imponentes paredes de la Catedral de Sal de Zipaquirá de Colombia se iluminaron con el azul de la devoción a Nuestra Señora de los Milagros de Caacupé, durante la misa de entronización de una réplica de la imagen de la madre de todos los paraguayos.
La ceremonia religiosa arrancó a las 13:00, hora paraguaya, en la nave central del único templo subterráneo del mundo, ubicado a unos 180 metros bajo tierra. La misa se desarrolló iluminada para la ocasión con el rojo, blanco y azul de la bandera paraguaya.
Monseñor Ricardo Valenzuela, obispo de Caacupé, y el sacerdote de la Catedral de Sal, Camilo Torres, celebraron la misa en la que veneraron a la Virgencita Azul en un gesto de hermandad entre las naciones de Colombia y Paraguay.
‘‘La ceremonia de la entronización lleva un profundo significado espiritual. La Iglesia entroniza las imágenes más insignes de la Virgen porque después de la ascensión María fue coronada por la trinidad como Reina y Señora de todo lo creado’’, indicó el obispo Valenzuela durante su homilía, agradeciendo la fiesta que se realiza en homenaje a la Virgen que ‘‘está en el corazón de los paraguayos’’.
Ante los presentes, autoridades religiosas y diplomáticas, el religioso pidió a la Virgen de los Milagros por la Iglesia, por la paz de las conciencias, de las familias y de la paz del mundo que debe ser fruto de la justicia. ‘‘Pedimos por Colombia y Paraguay, en esta situación de la pandemia, suplicamos el fin de la pandemia’’, exhortó Valenzuela.
La embajadora de Paraguay en Colombia, Sophia López Garelli, manifestó que a pesar de que Paraguay y Colombia están separados por más de 3.500 kilómetros de distancia, colombianos y paraguayos comparten una larga y maravillosa tradición de hermandad y solidaridad.
‘‘Por esta razón, la réplica de la imagen de la Virgen Nuestra Señora de los Milagros de Caacupé a partir de hoy estará en la capilla de la Virgen de Guasá, patrona de los mineros de Zipaquirá, gracias a la excelente predisposición de la gerencia de la Catedral de Sal para que los miles de visitantes que reciben día a día en el lugar la conozcan y puedan acercarse mediante ella al pueblo paraguayo’’, expresó la diplomática durante su discurso.
Posteriormente a la misa, la imagen de la santa patrona fue trasladada al sitio desde donde los fieles que van a la Catedral de Sal puedan venerarla. Los colombianos consideran a la Catedral de Sal de Zipaquirá como la primera maravilla de Colombia.
Además de la actividad religiosa, el programa incluyó otras acciones culturales y gastronómicas de la mano del grupo musical de Caacupé Las Paraguayas, del maestro de gastronomía Luis Villalba, conocido como LuChef, quien preparó un menú típico de tierra guaraní que fue ofrecido en la Plazoleta del Minero. También en simultáneo se presentó una muestra de artesanías paraguayas, con el fin de apoyar a nuestros artesanos.
Pedimos por Colombia y Paraguay en esta hora crucial de la pandemia, sobre todo para suplicarle por el fin. Ricardo Valenzuela, obispo de Caacupé.