Tras una reunión con el presidente de la República, Horacio Cartes, en horas de la tarde, el ministro de Hacienda, Santiago Peña, ofició de vocero del Gobierno y demostró su descontento con la actitud asumida por los legisladores.
Los senadores rechazaron ayer el mensaje del Poder Ejecutivo, vía Ministerio de Hacienda, por el cual remite el proyecto de ley “Que aprueba el Contrato de Préstamo Nº 3628/OC-PR, hasta por una suma de doscientos millones de dólares de los Estados Unidos de América (USD 200.000.000), correspondiente al Programa de Gestión de Inversión Pública, suscrito con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el 8 de setiembre de 2016.
El mencionado documento fue remitido al archivo.
Peña manifestó que “fue una decisión política”, que afectará a unas 50.000 familias que dependen del sector de la construcción.
“Esta decisión política no tiene ningún sustento técnico que justifique esta decisión que afectará a más de 50.000 familias que están actualmente dependiendo del sector de la construcción; esta decisión es producto de una interna electoralista que lastimosamente le sale muy cara a la ciudadanía”, expresó.
Indicó que las obras de infraestructura son financiadas en un cien por ciento por créditos externos.
Sostuvo que lo que ha acontecido es que el ritmo de ejecución de obras ha sido mucho más rápido de lo que estaba previsto.
“Esto es mérito de los trabajadores paraguayos que han venido manteniendo un ritmo de ejecución de obras mucho más elevado. Es por eso que hemos trabajado para continuar así, ya que actualmente les mantiene ocupados a más de 50.000 obreros, el crédito en cuestión tiene las mismas condiciones financieras que todos los créditos que fueron presentados, no existe ninguna desprolijidad, y si hubiese habido algo que les llamase la atención, lo ideal hubiese sido posponer y no simplemente rechazar un crédito de tanta importancia, la decisión que tomaron un grupo de senadores mostrará consecuencias reales y es importante que la ciudadanía entienda esto”, acotó el ministro.
Según fuentes del Ejecutivo, la actuación del Senado hizo que el jefe de Estado estalle de ira y se mostrara sumamente molesto. Incluso, él mismo quiso dar la conferencia, pero luego se tranquilizó.