El caso más llamativo es el de Diego Bertolucci, ex asesor jurídico durante la presidencia del senador Jorge Oviedo Matto. Tiene un cargo de director general y percibe la suma de G. 9.430.000 en concepto de sueldo y grado académico.
El senador Oviedo Matto había dicho que Bertolucci estaba comisionado a Itaipú. Sin embargo, en la nómina oficial recientemente publicada por la Cámara Alta no aparece como trasladado a otra institución.
Rubén Darío Torres, según versiones, apareció ayer por la Cámara y sería protegido del senador colorado Juan Carlos Galaverna. El salario mensual de Torres es de G. 8.781.000.
Otro caso que fue difundido en el Senado es el de la hija del ex senador Amancio López (PLRA), Vanesa López Ayala, quien figura como jefa de Departamento y percibe un salario mensual de G. 3.468.500.
Según comentarios de algunos funcionarios, la mujer empezó a aparecer hace unos días a la Cámara Alta, estaba designada en la oficina de su padre y ahora fue reasignada según versiones en el despacho del senador Luis Alberto Wagner (PLRA).
Varios funcionarios empezaron a marcar presencia ante la advertencia de destitución, entre los que figuran Osvaldo Battilana, quien tiene el cargo de director de la Comisión de Peticiones.
Jorge Rojas, según el listado, apareció desde el lunes. El mismo tiene el rubro de asesor y gana mensualmente G. 8.718.700. En esa misma situación se encontraría Silver Gómez, quien percibe G. 8.781.400.
Norma Onieva, funcionaria antigua y recomendada del senador colorado Óscar González Daher, percibe un salario mensual de G. 12.123.000.
Varios son los funcionarios que están en la mira de la nueva administración. El presidente del Senado, Blas Llano, prometió que recortará las cuatro gratificaciones que se les asignan a los funcionarios nombrados.
Inclusive cuestionó la creación de direcciones como la de mozos y fotocopia, además de la Jefatura de Ascensoristas.
Claque. Según fuentes, en la Cámara Alta los altos directivos privilegian a sus recomendados con extensos permisos, salida antes de hora, altos salarios, seguro médico vip, viáticos entre otros beneficios, mientras que a otro grupo minoritario la exigencia se cumple a rajatablas.
Una cantidad de operadores políticos que trabajan en la campaña de los parlamentarios también figuran como funcionarios de la institución legislativa.
La actividad legislativa se resiente en momentos en que se disputan los cargos electivos en unas elecciones. Mientras que un grupo mayoritario prefiere marcar presencia en los actos y activar en política, otro grupo minúsculo prefiere no hacerlo.
Existe una fuerte presión por parte de los sindicatos a los contratados para que se sumen a las medidas que vayan tomando y a las protestas de los beneficios que solo ellos reciben. “Están en huelga permanente, hacen brazos caídos”, comentó un funcionario de la institución.