Entre ellas la de mozos, ascensoristas y fotocopiadora, que habían sido denunciadas por el propio presidente del Congreso, Blas Llano.
Este último había manifestado su sorpresa por la existencia de las mismas.
Este tipo de cargos implica además de una remuneración mensual, otro tipo de gratificaciones y bonificaciones.
De acuerdo a las informaciones, no repercutirá en los salarios sino en otros beneficios que perciben los funcionarios, entre ellos responsabilidad en el cargo.
Sobre el punto, el director de Recursos Humanos, Juan Arturo Lombardo, se mantuvo cauto y evitó opinar.
“No puedo decir lo que se va a suprimir o no. Depende del señor presidente determinar. Nosotros somos subordinados”, señaló ayer.
Trascendió que Llano prefiere que sea la consultora, que pretenden contratar para auditar a funcionarios, la que defina si corresponde o no la supresión de varias direcciones y cuáles.
En la Cámara Alta explicaron que se apunta a una reingeniería en los cargos y en las direcciones.
La tarea de la firma consultora sería llevar adelante una evaluación y posteriormente una recomendación.
Se informó que además de las empresas Jobs y Manpower se está viendo una tercera consultora, para luego llamar a licitación por vía de la excepción para agilizar los trámites del contrato.
En la sesión del Senado del jueves pasado se aprobó un documento sobre los términos de referencia del contrato con la empresa.
Se estableció un término de 90 días para que la misma realice su trabajo.