Clarisa Enciso
La pandemia ha causado mucho dolor, ansiedad e incertidumbre en toda la población. Las redes sociales son un mar de cintas negras y despedidas a distancia. La ansiedad ataca al cuerpo y la mente, y esta aparece cuando sentimos mucha presión y hay peligro cerca, y la pandemia es una de esas amenazas latentes que no sabemos cuándo atacará. ¿Se puede luchar o controlar la ansiedad? Es la interrogante que todos nos hacemos a diario.
“En estos momentos es normal sentir ansiedad, incertidumbre o miedo. Creo que no se trata de controlar o superar, sino de centrarnos en ciertos hábitos que nos ayuden a adaptarnos a la realidad que momentánea o permanentemente hoy nos toca afrontar a todos”, explica Avadesa Stumpfs, sicóloga y terapeuta en duelo. Para la profesional, es muy importante que todos vivamos en el presente. “Cuando hay emergencias o situaciones que salen de nuestro control, como lo es en este caso, lo único que podemos hacer es ocuparnos de aquello que podemos y aceptar aquello que escapa de nuestras manos”, indicó. Agrega que aceptar la situación no significa que no dolerá o que no podremos con ella, sino que nos ayuda a tener una sensación liberadora, que permite transitar más fácilmente por la ansiedad o inclusive el miedo. Ambas, en este caso, son emociones que finalmente nos protegen ante situaciones desconocidas; es decir, no son del todo malas. Somos nosotros quienes al hacerles el centro de nuestra vida en medio de esta pandemia, lo único que logramos es elevar el cortisol en nuestro cuerpo y bajar nuestro sistema inmunológico. “Así como hay probabilidades de contagio, las hay de no contagiarse. Como hay de morir, también las hay de continuar vivo y contar la historia y es mucho más probable que pase lo segundo, si empezamos a cuidar del cuerpo y la mente que tenemos hoy y dejamos de preocuparnos por un virus que aún no hemos contraído”, reitera. Por estas razones es fundamental no solo ocuparnos del estado de salud de nuestro cuerpo, sino también de nuestra mente. Comer saludablemente y realizar actividades físicas (caminatas, baile, deportes), no solo repercute en nuestro cuerpo, sino también en nuestro bienestar emocional. Si bien es cierto que tenemos que tener periodos de trabajo, también deben existir los momentos de descanso.
REALIDAD. La ansiedad es uno de los trastornos que se apoderan de la población por la incertidumbre en la que vivimos a diario.
Consejos útiles a seguir
Limitar la información que recibimos. Lo que leemos y escuchamos no va a cambiar lo que está pasando. Lo único que en realidad necesitamos saber son los contactos de emergencia o las medidas de seguridad que debemos adoptar para protegernos.
Hacernos cargo de nuestra salud mientras podamos. Sacarle el foco al virus y ponérselo a nuestro cuerpo: realizar ejercicios, comer saludable, dormir ocho horas de noche (porque no es lo mismo hacerlo de día), evitar el estrés, realizar chequeos médicos de rutina o de otras condiciones médicas que merezcan atención.
Entender que podemos experimentar las emociones citadas arriba y está bien. Debemos reconocerlas y expresarlas en un canal y momento adecuados. Buscar ayuda profesional si sentimos que no podemos con ellas.
Mantener rutinas sin descuidar ningún área. No todo debe ser trabajo o estar en la casa por el aislamiento. Debemos desarrollar maneras de relacionarnos o de no perder contacto con amigos y familiares, tener tiempo de ocio, encontrar algo que nos genere placer en este tiempo, por más corto que sea.