Basura en los humedales y arroyos ante falta de servicio y educación

A la inconsciencia ciudadana se suma la ausencia de recolección de desechos en bañados. Donde al menos existen contenedores pobladores afirman que pagan incentivos para el retiro continuo.

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El olor a basura en descomposición se intensifica a medida que se avanza hacia los últimos tramos de la calle Antequera, en zona de Villa Belén, del Bañado Sur de Asunción.

Pequeños y medianos vertederos se forman en los costados y el fondo de las precarias viviendas creando un ambiente insalubre. El patio de la mayoría de estos hogares es plena área de humedales.

Desde algunas casas, una columna de humo negro se levanta ante la quema de todo tipo de desechos en una mañana calurosa de enero.

sin recolección. En este punto del bañado, donde un alto porcentaje de los pobladores se dedica a la recolección para venta de residuos reutilizables, no existe servicio municipal para retirar la basura excedente del reciclaje y de lo generado en los domicilios. “Hacemos pozos para la basura y cuando se acumula mucho, quemamos. Pero ahora también es complicado por la sequía y falta de agua corriente que afecta a todo el barrio. Hasta los esteros están todos secos. Por acá ya nunca entraron camiones recolectores. Tendrían que poner contenedores como en otros lugares”, relata Elizabeth González, de la Villa Belén.

PAGO A RECOLECTORES. En las zonas donde al menos existen contenedores el retiro de residuos es irregular. Como en Santa Ana, en los tramos por donde cruza el arroyo Morotî, donde la colmatación de desechos no hace honor al nombre del castigado cauce urbano.

“Tenemos que pagar a los recolectores un incentivo para que por lo menos tengan ganas de venir a llevar la basura más seguido. Este contenedor está lleno y cuando rebosa la gente tira nomás ya al arroyo su basura. Es insoportable vivir así. Somos humanos, no animales. Hay personas que están enfermas por vivir cerca de este arroyo contaminado”, lamenta doña Arminda Galeano.

Mientras la mujer comenta la situación que aqueja al barrio, desde la pendiente desciende doña Antonia Villalba con una carretilla cargada de desechos. La contratan los vecinos para que pueda destinar los residuos ante la falta de servicio municipal.

“Casi todos aquí son mis patrones. Me encargo de tirar sus basuras. Lastimosamente, como no vienen muy de seguido los camiones recolectores, muchos tiran al arroyo la basura y eso hace que se tranque todo”, refiere la pobladora a medida que coloca ramas y otros desechos en el cargado recipiente.

En el sitio, sobre Teniente Samudio, la recolección de basura del contenedor –en teoría– es dos veces a la semana, pero, según los moradores, generalmente no se cumple dicha frecuencia. Anhelan que al menos sea tres veces a la semana.

Además del problema de la acumulación, los vecinos comentan que las personas adictas también esparcen los residuos en busca de alimento u objetos reutilizables para vender.

Camiones. Desde Aseo Urbano comentaron que recibieron el pedido de la Cámara de Diputados para la cobertura en los bañados. Indicaron que para el ingreso a los lugares menos accesibles necesitan cerca de ocho a diez camiones de menor porte, pero sería un proyecto aún lejano.

Actualmente, de estas recolecciones se encarga la Dirección de Gestión y Reducción de Riesgos de Desastres, a través del alquiler de vehículos. Desde Última Hora intentamos tener la versión de los encargados, Nidia López y Raúl Gómez, pero no contestaron las llamadas. Varios ediles habían cuestionado que la recolección de basura en estas zonas sea presupuestada en el área de emergencia cuando debe ser un servicio ordinario de Aseo Urbano y la Intendencia debería prever la compra de rodados para atender a este sector de la ciudad.

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