No obstante, el reciente informe lanzado por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) reconfirmó que el efecto derrame –de la macro a la micro– es insuficiente y que es urgente revisar el actual modelo económico paraguayo para ir derrotando a la pobreza, con reformas en el sistema de protección social, en el gasto estatal y en la calidad de los servicios públicos, principalmente. Esto es lo que sostienen los analistas Fernando Masi y César Barreto.
Para el directivo del Centro de Análisis y Difusión de la Economía Paraguaya (Cadep), es fundamental que los programas sociales como Tekoporã, Abrazo y Adultos Mayores continúen, porque ayudaron a familias a mejorar su calidad de vida y tuvieron incidencia directa en la disminución de la pobreza en los últimos 15 años.
Empero, considera que es hora de crear un sistema integral de protección social que busque el aumento de la cobertura y acabar con el desvío de los fondos, al mismo tiempo en que se debe revisar el modelo económico para garantizar que el crecimiento, principalmente productivo, tenga mayor impacto en el sector terciario, con programas que fomenten mayor formalización y se relacionen con el bienestar.
Transformaciones. César Barreto, por su parte, cree que la pandemia seguirá afectando la actividad interna, por lo que son necesarias importantes medidas de corto plazo para contener la actividad y los ingresos, y de mediano plazo para recuperarlos.
En ese sentido, el ex ministro de Hacienda y directivo de Dende sostiene que a corto plazo deben reactivarse los programas extraordinarios de subsidios para formales e informales; mientras que a mediano plazo, son impostergables las reformas en el uso de los recursos y en la calidad de los servicios públicos. Además, agrega que urge eliminar la burocracia que limita el emprendedurismo y la innovación, para desarrollar todo el potencial del país.
Tenemos crecimientos que hacen que los ingresos se concentren en un sector minoritario de la población
Fernando Masi,
investigador del Cadep.
Insistimos en reformas que mejoren la eficiencia en el uso de los recursos y la calidad de servicios públicos
César Barreto,
ex ministro de Hacienda.
Pese a leve caída de la economía, índice se disparó
Pese a que la economía paraguaya cayó solamente un 0,6% en 2020 y los sucesivos crecimientos en los años anteriores representaron 2/3 de la disminución de los índices de pobreza, este último indicador se disparó el año pasado.
Las estadísticas divulgadas por el INE dan cuenta que la pobreza total alcanzó a 1.921.721 personas el año pasado, lo que representa el 26,9% de la población paraguaya. Este indicador creció ferozmente en la pandemia, considerando que al cierre del 2019 se ubicaba en el 23,5%.
En este sentido, el reporte indica al cierre del año pasado se registraron 264.590 nuevos pobres. La mayor parte de los mismos se encuentra en zonas urbanas, con un total de 1.017.185; mientras que en las rurales están 904.536 personas. El crecimiento principal se dio en la primera (ver la fotografía).
El INE considera pobres a quienes tienen ingresos mensuales menores a G. 712.618 en zonas urbanas y menores a G. 506.201 en las rurales. Este dinero cubriría al menos el costo de la canasta básica de consumo.
En un informe divulgado ya en 2019, el Banco Mundial había resaltado los logros del Paraguay en la reducción de la pobreza y el aumento de la clase media, en base a crecimientos económicos sucesivos por encima del 4%. Sin embargo, había advertido que se necesitan cambios en el modelo económico para que los números no se “estanquen”. Sugirió enfocarse en el capital humano, en fortalecer las instituciones y en mejorar la calidad de los servicios públicos.