Cancilleres y representantes de la OEA discutieron el miércoles la crisis venezolana, que ya se cobró la vida de 65 personas, aunque la reunión tuvo que ser suspendida ante la imposibilidad de alcanzar una posición común o aprobar uno de los dos proyectos de declaración que estaban sobre la mesa.
Sin embargo, para Almagro “la posición del régimen de (Nicolás) Maduro quedó completamente aislada, porque era que haya una votación con las dos resoluciones, y eso no se hizo”.
Con esa idea, apuntó Almagro, Venezuela pretendía llevar a los dos proyectos de declaración “al fracaso”, ya que no habría votos suficientes para aprobar ninguno de los dos. La salida hallada por la OEA fue suspender la sesión.
En la reunión de cancilleres, el representante paraguayo expresó la confianza, una vez más, en la instalación de un proceso de diálogo y negociación que conduzca a un acuerdo político amplio, con un calendario de acciones concretas, y garantías que aseguren su implementación, con el fin de recuperar el orden democrático y la paz social lo antes posible, y alcanzar el bienestar de Venezuela.
“Hace un año ofrecíamos nuestra mejor disposición para encontrar algún curso de acción que coadyuve a la búsqueda de soluciones a la situación mediante un diálogo abierto e incluyente entre el Gobierno y otros actores políticos y sociales de esa nación, para preservar la paz y la seguridad en Venezuela”, rememoró Loizaga.
En tanto las movilizaciones y los enfrentamientos siguen en Venezuela.